La UE se niega a secundar el estímulo fiscal mundial que propone Obama
Europa se negó ayer a secundar las propuestas de EE UU a favor de un nuevo plan de estímulo fiscal a escala mundial. Berlín, París y Bruselas recordaron a Washington que la UE ya ha inyectado el 3,3% de su PIB y ahora corresponde reformar el sistema financiero.
No es muy frecuente que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, estén de acuerdo en algo al 100%. Pero los dos líderes cerraron ayer filas en Berlín, donde celebraron una cumbre bilateral, para negarse a secundar la inyección de capital público que la Administración de Barack Obama quiere pactar durante la próxima reunión del G-20 en Londres, y que el primer ministro británico Gordon Brown apoyaría, según algunos medios.
Sarkozy aseguró tras su en cuentro con la canciller que 'en Europa ya hemos invertido mucho para la recuperación económica y el problema ahora no es gastar más, sino establecer un sistema de regulación para que no se repita la catástrofe económica y financiera'.
En Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, incluso recordó a Washington que 'en términos de apoyo social frente a la crisis, el esfuerzo que está haciendo Europa es mucho mayor que el de nuestros amigos estadounidenses'. Bruselas asegura que los planes de estímulo fiscal introducidos por la UE para 2009 y 2010 ascienden ya a 400.000 millones de euros o el 3,3% del PIB comunitario.
Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo (ministros de Economía de la zona euro), descartó el pasado lunes aumentar esa cantidad. 'Hay que esperar a ver los efectos de ese plan. No podemos seguir añadiendo déficit al déficit y de deuda a la deuda', zanjó Juncker.
La tajante reacción europea muestra la creciente divergencia entre las dos orillas del Atlántico sobre la agenda de la cita del G-20 el próximo 2 de abril. Mañana, ese foro se reunirá a nivel ministerial en Londres. Europa quiere que el G-20 comience a desarrollar la reforma del sistema financiero esbozada durante la primera reunión en Washington el 15 de noviembre del año pasado.
'La cuestión es aplicar el plan de acción de Washington', señaló ayer Angela Merkel. 'Eso significa', añadió, 'regulación, transparencia en los mercados financieros y fortalecimiento de las instituciones multilaterales'.
Para EE UU, en cambio, la prioridad debe ser recuperar la economía mediante un impulso coordinado al consumo y la inversión. La administración Obama, además, no se siente especialmente comprometida con los acuerdos de Washington, una reunión a la que asistió el presidente saliente y recién derrotado en las urnas, George W. Bush.
El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, señaló el miércoles que el G-20 debe pactar 'un compromiso sustancial y sostenido para estimular' la economía. Y el propio Obama se sumó a la presión sobre Europa al señalar que 'es muy importante garantizar que otros países se mueven en la misma dirección de estímulo fiscal que EE UU porque en la economía global estamos ligados unos a otros'.
Pero los miembros europeos del G-20 llegan a la reunión de mañana en Londres con una posición común que sólo de soslayo se refiere 'a acciones coordinadas para revitalizar la economía mundial'.
Los cinco objetivos pactados por los europeos giran en torno a una coordinación internacional más estrecha de las políticas macroeconómicas; una regulación financiera basada en la transparencia y la responsabilidad; fortalecimiento de la cooperación entre las autoridades financieras a nivel internacional; fortaleciendo del Fondo Monetario Internacional; y apoyo a los países más pobres a través de los organismo multilaterales de financiación.
Los medios anglosajones han especulado en los últimos días sobre una posible división en el seno de Europa sobre esos objetivos. Pero primero los pactaron en Berlín los miembros europeos del G-20 (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Holanda y España) y después fueron ratificados el martes por los 27 ministros de Economía y Finanzas de la UE. 'Gordon Brown primer ministro británico estuvo en Berlín', recordó ayer la canciller alemana, 'así que soy muy optimista en cuanto a que la posición europea no ha cambiado'.
España entra en el grupo de estabilidad financiera
España fue admitida ayer en el Foro de Estabilidad Financiera, el grupo de países encargado de la supervisión de los mercados financieros internacionales, en el que optaba a formar parte tras su participación en la cumbre del G-20 celebrada en Washington, informa la agencia Efe.Esta decisión, de la que ya ha sido informado el Gobierno español, se ha adoptado en la reunión que ha mantenido el plenario de este Foro en Londres y que ha tenido como objetivo ampliar el número de sus socios.Los integrantes del Foro de Estabilidad han decidido admitir a España como nuevo socio junto a la Comisión Europea y a otros países como Argentina, Brasil, China, la India, Indonesia, Corea, México, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica y Turquía.Todos ellos son países pertenecientes al del G-20 que, en la actualidad, no formaban parte del Foro de Estabilidad.Esta ampliación, según explica el Foro de Estabilidad Financiera en su página de internet, permitirá aumentar la capacidad de contribuir a las reformas en curso del sistema internacional financiero.Hasta ahora, el Fondo de Estabilidad Financiera incluía a autoridades nacionales financieras (bancos centrales, autoridades de supervisión y ministerios de Finanzas) de los países del G-7, Australia, Hong Kong, Países Bajos, Singapur y Suiza, así como también a las instituciones financieras internacionales, agrupaciones internacionales reguladoras y de supervisión, comités de expertos de banco central y el Banco Central Europeo.
Las cifras
3,3% del PIB comunitario supone el plan de reactivación económica puesto en marcha por los veintisiete países de la UE.400.000 millones de euros de dinero público movilizará ese plan entre 2009 y 2010.2% es la caída del PIB que Europa podría registrar este año, según las previsiones de la CE.