El Gobierno británico quiere más control sobre los aeropuertos de Ferrovial
El Departamento de Transporte de Reino Unido esbozó ayer las líneas de un nuevo marco económico para los aeropuertos del país basado en tres clases de licencia para operar. Una renovación -la normativa en vigor es de 1986- con varias lecturas para Ferrovial, propietaria de siete aeródromos a través de su filial BAA.
Lo más destacable es que Heathrow, Gatwick y Stansted, los tres mayores en manos españolas, serán los más vigilados. La intención del Gobierno de Gordon Brown es que cumplan unos ratios mínimos en competencia, calidad de servicio y cuidado del medio ambiente. Tres fines a los que pretende llegar a través del citado cambio regulatorio que no afecta a las tarifas en vigor hasta 2013.
En su informe preliminar Transporte ha avanzado que organizará los aeropuertos en tres grupos en función de su volumen e influencia. Esta forma de actuar, común en otros sectores regulados, impondrá distintos grados de control a cargo de la Autoridad de Aviación Civil (CAA por sus siglas en inglés).
Los citados Heathrow, Gatwick y Stansted, con licencia de primer nivel, continuarán con tarifas reguladas. Pero se podrá obligar a BAA a retener los recursos necesarios para cumplir con el plan de inversiones, o someter sus estrategias de expansión al visto bueno de la CAA, de aerolíneas y usuarios.
En resumen, el regulador gana flexibilidad para intervenir de forma inmediata en la estrategia, cuando hoy apenas marca las tarifas cada cinco años. 'La regulación económica desempeña un papel esencial en asegurar que los aeropuertos, especialmente en el sureste de Inglaterra, optimicen su capacidad, controlen el impacto ambiental y ofrezcan el mejor servicio a un precio aceptable', señaló ayer el Secretario de Estado de Transporte, Geoff Hoon.
En el segundo nivel se agrupan los 13 aeropuertos con más de cinco millones de pasajeros al año (incluidos los tres de primer nivel). Las condiciones para funcionar serían las recogidas por la directiva sobre tasas aéreas que debe ser aplicada en un máximo de dos años.
Y en el tercer escalón están las plazas más pequeñas, cuya relación con aerolíneas y viajeros sería supervisada sin que la CAA intervenga en la estrategia de inversión.
BAA pide un marco estable para invertir
Transporte se ha dado tres meses para consultar a las partes implicadas antes de hacer firme el nuevo marco económico. A la espera de intervenir, BAA confía en que la futura regulación ofrezca 'sólidos incentivos para realizar las inversiones que amplíen la capacidad de los aeropuertos'. Actualmente BAA cobra en Heathrow, Gatwick y Stansted basándose en tarifas que incluyen el coste de las mejoras que precisan esas instalaciones.El actual sistema data de 1986 y se ha quedado claramente obsoleto. En 1990 se liberalizó el negocio y el número de vuelos en Reino Unido se ha multiplicado por cinco en los últimos 30 años.