Las cooperativas de viviendas ganan terreno a costa de la crisis
Las cooperativas de viviendas no sólo están soportando cómodamente el temporal inmobiliario sino que están aprovechando los nubarrones del sector para sacar adelante proyectos que se quedaban estancados en la época del 'boom' por los altos precios del suelo y su escasez.
Con la crisis inmobiliaria no todos salen perdiendo. En el caso de las cooperativas de vivienda, una de las vías menos costosas para comprar casa, el parón del 'ladrillo' ha permitido acceder a un suelo que hasta ahora era caro y escaso con el dinero que se ha ido ahorrando durante años, tal y como explica Alfonso Vázquez, presidente de la Confederación de Cooperativas de Viviendas de España (Concovi). "La inversión actual en terrenos es posible gracias a que los socios cooperativistas han ido realizando aportaciones a cuentas corrientes congeladas cuando era más difícil comprar suelo", dice.
A esto se suma las garantías que ofrecen a las entidades financieras las cooperativas consolidadas, lo que facilita acceder al crédito "en caso de que haga falta", explica Vázquez. "La crisis no afecta tanto a las cooperativas ya consolidadas porque están capitalizadas y son solventes".
En definitiva, "ahora sí hay suelo más barato y las cooperativas lo compran con el dinero ahorrado y préstamos complementarios", afirma el presidente de Concovi. Esto posibilita empezar obras que estaban programadas hace años y afrontar los gastos iniciales tales como los estudios geotérmicos, el control de calidades o el proyecto de edificación.
Este suelo procede tanto de particulares como de Ayuntamientos y comunidades autónomas que han acelerado las ofertas y los concursos de suelo finalista urbanizable como consecuencia de la crisis.
Según los datos que maneja la patronal de cooperativas, el precio del suelo se ha abaratado entre un 20% y un 40% en 2008. Así, los proyectos aumentaron un 24% el año pasado con respecto a 2007 y se construyeron unas 30.000 viviendas en España. "Han crecido el número de viviendas en régimen de cooperativa, sobre todo en Madrid, Barcelona, País Vasco, Galicia y Andalucía, que es donde hay más demanda", señala Vázquez.
Mayores dificultades en la vivienda protegida
En la misma línea se pronuncia Francisco Naranjo, presidente de las cooperativas de viviendas Vitra, impulsada por Comisiones Obreras, aunque matiza las mayores dificultades que existen en las promociones de vivienda protegida. "Aunque ahora hay más posibilidades, el suelo sigue siendo insuficiente en zonas como Madrid teniendo en cuenta la amplia demanda", denuncia.
Además, el precio de los módulos de VPO "ha aumentado excesivamente en la Comunidad de Madrid después de cuatro años sin subir" y se aleja de las posibilidades de las renta más bajas, especialmente en tiempos de crisis como el actual. Por este motivo, Naranjo insiste en la necesidad de "apostar más que nunca" por la vivienda protegida.
En los últimos veinte años Vitra ha entregado 30.000 viviendas en toda España, 10.000 de ellas en Madrid. Actualmente, tiene en promoción-construcción entre 1.000 y 1.200 inmuebles. Naranjo asegura que los proyectos "han crecido con respecto a años anteriores", pero "nos preocupa" la futura adjudicación de suelo y los problemas de paro y restricción del crédito. "Muchos socios de la cooperativa se han tenido que echar atrás porque se han quedado sin trabajo o cobran muy poco". Por otro lado, aunque las sociedades cooperativas no tienen problemas con la financiación bancaria, sí "preocupa la subrogación una vez los socios acuden al banco con las llaves en la mano", explica.
Peores perspectivas para las cooperativas más jóvenes
De cara a 2009, las perspectivas son buenas para las cooperativas con cierto recorrido aunque no tanto para las de reciente creación o las nuevas que puedan surgir.
Alfonso Vázquez explica que "los que empiezan ahora tiene más problemas para obtener créditos". No obstante, recuerda que si el Ministerio de Vivienda logra suscribir con la banca los convenios previstos en el Plan Estatal de Vivienda 2009-2012, "no habrá tantos inconvenientes".
Información, participación y ahorro
Las cooperativas de viviendas son sociedades constituidas por personas que se asocian con el objetivo de construir viviendas y acceder a ellas mediante la autopromoción en las mejores condiciones de calidad y precios posibles, según la Guía del socio publicada por la Confederación de Cooperativas de Viviendas de España.Adquirir una casa a través de una cooperativa solía suponer un ahorro económico de entre un 20% y un 30%. Pero la crisis ha cambiado por completo el panorama. El presidente de Concovi, Alfonso Vázquez, explica que "ante las rebajas que están aplicando las inmobiliarias para poder vender el stock de pisos, el ahorro está ahora más equilibrado".Lo que no ha cambiado es el grado de implicación que debe tender el cooperativista. Y es que el socio es a la vez copropietario, adjudicatario y copromotor. Por este motivo, la participación es esencial.Asimismo, a la hora de acudir a una cooperativa, es importante saber elegir la adecuada para que las expectativas no se vean defraudadas y se conozcan perfectamente tanto las obligaciones como los derechos básicos.El derecho más importante es el de la información, que permite reclamar cualquier dato sobre la marcha y actividad de la cooperativa.Entre las obligaciones de los socios, destacan las entregas económicas, que son de tres tipos: las aportaciones al capital social, la cuota de ingreso y/o periódicas y las aportaciones para financiar la vivienda y anexos.Francisco Naranjo, de Vitra, aconseja ser "cauteloso" a la hora de "dar el dinero" sin haber recibido anteriormente toda la información necesaria sobre los terrenos y los proyectos de construcción.