Endesa anuncia un plan estratégico tras un año marcado por fuertes plusvalías
Endesa obtuvo el año pasado un beneficio neto de 7.169 millones, lo que supone un 168% más que el año anterior, debido a la venta de las filiales europeas a Eon, por las que se obtuvo unas plusvalías de más de 4.500 millones. Descontados estos extraordinarios, los activos que se han vendido y pese a las disensiones entre los socios, que marcó el ejercicio de 2008, Endesa logró ganar 2.371 millones, un 5,8% más.
Endesa presentó ayer unos resultados colosales, pero que distorsionan la imagen real de una compañía que inicia ahora una nueva etapa, tras la ruptura de sus dos principales socios, Acciona y Enel. Precisamente, las cuentas de 2008 están marcadas por el pacto sellado en 2007 entre estos dos accionistas, que acordaron en el marco de la opa sobre la eléctrica vender a Eon la filial Endesa Europa y dos centrales eléctricas en España.
Así, el trasvase de activos a la alemana, que se produjo en junio del año pasado, ha acarreado un beneficio neto de 7.169 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 168%. De estas desinversiones se deriva también el pago de un dividendo histórico de 6.243 millones, de los cuales, 4.556 millones corresponden a las plusvalías por la citada desinversión y el resto, 1.687 millones, a un dividendo ordinario, que sube un 12%, tal como se establece en el plan estratégico anterior a la opa, que no ha sido modificado por las discrepancias entre los socios.
Precisamente, el consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, anunció ayer en una conferencia ante analistas que la compañía está trabajando 'con toda celeridad' en un nuevo plan estratégico 'realista y adaptado a la nueva realidad macroeconómica'. El plan se está elaborando de forma conjunta con su matriz, Enel (que pasará a controlar el 92% del capital una vez que se ejecute el acuerdo de compra del 25% de Acciona), y que tiene previsto anunciar el suyo propio el próximo 12 de marzo en Roma.
Pero la cara de los sustanciosos resultados extraordinarios tiene su correspondiente cruz: Endesa debe restar de su balance la contribución (ventas, potencia instalada y resultados) del negocio que se ha transferido a Eon. Así, los recursos generados, 5.214 millones, descendieron un 1,9% debido a la venta de las filiales europeas. A partir del segundo semestre, Endesa verá desaparecer de su balance los 1.500 MW en activos de renovables que ha vendido a Acciona por 2.890 millones, y que representan el 3.6% del Ebitda del grupo.
Equipo a la sombra
Eliminados estos efectos, queda una realidad que Rafael Miranda se empeñó ayer en mostrar: sin tener en cuenta los ingresos extraordinarios y la actividad de las instalaciones vendidas en 2008, el resultado neto se situaría en 2.371 millones de euros, con una mejora del 5,8%. En este caso, el Ebitda sube un 8%, hasta 6.895 millones y el Ebit, en un 13%, en total, 5.234 millones. En cuanto a las ventas, se situaron en 121.728 millones, lo que representa un 24% más que en 2007. Esto significa, según Miranda que, al margen del ruido mediático provocado por las disensiones de los socios, 'ha habido un equipo de gestión trabajando' en medio de las dificultades.
Pese a la venta de activos, en opinión del consejero delegado de Endesa, 'ésta conserva una gran dimensión' y no se descarta que, con realismo, la eléctrica española aborde nuevas inversiones, especialmente en Latinoamérica. Según dijo Miranda a los analistas, 'Endesa va a formar parte de un gran líder energético mundial', lo que permitirá aunar 'las fortalezas de ambas empresas'. Para el año 2012, las sinergias comprometidas y previstas sumarán 734 millones de euros.
Endesa presentó ayer su informe anual de gobierno corporativo, en el que figura que la retribución del consejo de administración ascendió en 2008 a 8,6 millones.
Miranda regresa al ruedo de los analistas
La toma de control en solitario de Enel, tras el acuerdo para comprar el 25% de su socio Acciona, ha hecho aflorar viejos sentimientos y que en algunos ámbitos se vuelvan a lamer las heridas por la pérdida (ya absoluta) de la españolidad de Endesa. Entre estos sentimientos y la realidad se alza la compañía, cuyo negocio, para bien o para mal, seguirá pegado al territorio y que no será posible deslocalizar. Además, soporta una regulación endiablada, al alcance de unos pocos, que hará casi imprescindible la continuidad del equipo español de Endesa.Los responsables de Enel, que no están dispuestos a herir más susceptibilidades y conocedores de la dimensión y las dificultades de gestionar Endesa desde Roma, parecen dispuestos a contar, en líneas generales, con el actual equipo directivo. Un equipo con ganas de retornar a una gestión tranquila del día a día, sin los sobresaltos provocados por la guerra entre los socios. En la práctica, Enel ya parece haber tomado las riendas de la eléctrica y el hecho de que Rafael Miranda, consejero delegado por la cuota italiana, se presentara ayer ante los analistas después de un año y medio, así lo demostraría.Uno de los retos que tiene Endesa es lograr, junto al resto del sector, un acuerdo para resolver la lacra del déficit de tarifa. De hecho, de los 14.000 millones de deuda neta que registró Endesa a finales de 2008, 5.138 millones corresponden a partidas regulatorias pendientes de cobro por parte de la compañía. Precisamente, respecto al déficit de tarifa, con un acumulado en el sector de 16.000 millones, Miranda confió ayer en que se pueda resolver el problema de su titulización en el primer semestre.
Marín apoya a Enel
El secretario de la Energía, Pedro Marín, aseguró ayer que las inversiones que garanticen la calidad del suministro y la competencia en el mercado quedan 'claramente salvaguardados' con el acuerdo entre la italiana Enel y Acciona que permitirá a la primera controlar Endesa.