No pactar cualquier cosa
El presidente del Gobierno está ya preocupado con la marcha del empleo. Cada vez cree menos en su original pronóstico de que habrá una recuperación desde marzo al hilo del plan extraordinario de inversión municipal. Por eso ha intensificado los contactos con sindicatos y patronal, para poner negro sobre blanco en las medidas económicas y sociales contra la crisis. La premura que tanto él como su ministro de Trabajo han puesto en los últimos días para cerrar un acuerdo culmina hoy con un encuentro con la cúpula de la patronal para tratar de arrancar un compromiso que los empresarios difícilmente pueden suscribir. Además, la escenificación de la petición es una presión pública que carece de sentido cuando están en juego cuestiones claves para solucionar la mayor crisis económica de las últimas décadas. Tal como está diseñado, el acuerdo no será más que una serie de iniciativas elegidas a conveniencia que el Gobierno quiere llevar al BOE entre las demandas sindicales y patronales. Se precisan acuerdos sensatos, equilibrados y con contenido. No se puede pactar cualquier cosa.