El primer presupuesto de Obama tiene el déficit público más alto desde la Segunda Guerra Mundial
El Gobierno de Barack Obama presentó hoy el presupuesto del próximo ejercicio fiscal, que suma 3,55 billones de dólares y que contempla fuertes recortes en el gasto para poder frenar el déficit. Un déficit que alcanza el 12% del PIB y que es el más alto en 60 años.
"Unas veces te puedes permitir redecorar tu casa, otras sólo te puedes centrar en reconstruir sus cimientos". æpermil;sta es la imagen que ha utilizado el presidente de EE UU, Barack Obama, para explicar la situación de las maltrechas cuentas públicas durante la presentación de sus primeros presupuestos, realizada poco después de las 16.00 hora peninsular. Obama ha asegurado que habrá que tomar decisiones muy "duras" de ahora en adelante. Con el peor panorama económico desde la Gran Depresión, el primer presupuesto de la era Obama prevé una gran redistribución de la riqueza a través de una mayor carga fiscal que permita financiar otros servicios. Los pasos de la nueva Administración irán destinados a reconstruir, desde sectores como la sanidad y la energía.
Obama ha cifrado el déficit de la economía estadounidense para el final del año fiscal, que empezó hace cinco meses, en 1,75 billones de dólares, (unos 1,36 billones de euros) el más alto desde la II Guerra Mundial. La cifra es un billón más de lo previsto hace un año. Tras las altas deudas que ha dejado George W. Bush, este dato se sitúa por encima de los 1,2 billones que tenía previstos la Oficina de Presupuestos del Congreso, y representa un 12,3% del Producto Interior Bruto (PIB) de EE UU. Durante su intervención en el Congreso, el presidente ya advirtió de que sería "necesario más dinero público" para luchar y superar la crisis.
"No creo que podamos seguir por el camino que estábamos", ha asegurado Obama, cuyo objetivo es el de reducir este déficit hasta 533.000 millones de dólares para el 2013, lo que supone un 3% del PIB estadounidense. Para llegar a esta cifra, Obama ha prometido un recorte del gasto público que podría llegar a los dos billones de dólares. El presidente ha prometido mirar los libros "línea por línea, página por página" para acabar con los gastos públicos excesivos e indeficientes.
Sanidad
El presidente de Estados Unidos utilizará los impuestos de los más ricos para financiar sus ambiciosas reformas, según la información del The New York Times. Estas inversiones son a corto plazo y se harán a través de una redistribución de la riqueza. Incrementará las tasas entre los más ricos con el objetivo de usar esa recaudación para sus planes.
Uno de esos grandes planes es la sanidad, máxima prioridad del Ejecutivo demócrata y de un gran coste. A partir de una nueva política fiscal, el Gobierno de Obama quiere incrementar los ingresos del Estado en unos 318.000 millones de dólares en los próximos 10 años, con lo que se financiará la mitad del fondo de reserva de 634.000 millones de dólares con el que quiere transformar el sistema sanitario.
Gasto militar
Los recortes son tan severos, que el Secretario de Defensa, Richard Gates, ha pedido a los oficiales del Estado Mayor que los hagan públicos. Lo que sí es seguro es que el sistema de defensa antimisiles será el primer perjudicado. Además, el vasto programa de modernización del Ejército sufrirá fuertes recortes. El Gobierno estadounidense espera que el coste de las guerras en Afganistán e Irak ascienda para este año hasta los 140.000 millones de dólares, frente a los 190.000 de 2007, según ha confirmado una fuente de la Administración a la agencia Reuters. Para el 2010, la Casa Blanca prevé tener una partida de 130.000 millones de dólares mientras que los costes anuales para los sucesivos años caerán hasta tan sólo los 50 millones de dólares. En 2011, Obama tiene previsto retirarse de Irak.
El Congreso ya ha dado el visto bueno a la mitad de ese dinero solicitado por la Administración Obama, pero será necesaria una partida "suplementaria" de unos 75.000 millones de dólares para alcanzar sus objetivos en Afganistán.
Energía
Las nuevas cargas fiscales sobre las empresas más contaminantes permitirán implantar un proyecto de desarrollo de energías renovables como reducir las emisiones de gases, especialmente las de dióxido de carbono. La iniciativa en este sector por parte de Obama tendrá además una consecuencia inmediata: todas las medidas del Ejecutivo para transformar la energía del país se legislarán a no muy tardar este año. El cambio climático entra dentro de la agenda del nuevo presidente y las energías verdes serán su base, tal y como ya ha anunciado en varias ocasiones.