Obama: "Reconstruiremos el país, nos recuperaremos"
En una alocución ante ambas cámaras del Congreso orquestada como si fuera el discurso del estado de la Unión, que técnicamente no fue, Barack Obama recobró ayer por la noche el optimismo y el mensaje principal de su campaña, "esperanza". El presidente dijo a los ciudadanos que EE UU se recuperará, "emergerá más fuerte que antes". Obama presentó una ambiciosa agenda para salir de la crisis y resolver las asignaturas pendientes del país: energía, sanidad y educación además de una reforma regulatoria financiera. En su discurso, admitió que el rescate de la banca para recuperar la fluidez en el crédito puede costar "más de lo que ya hemos presupuestado".
El sombrío panorama económico, las semanas de tira y afloja con la minoría republicana y el escepticismo de los inversores ha ido pesando negativamente en la confianza de una nación que, sin embargo, aún sigue valorando muy positivamente a su presidente como reflejaban ayer las encuestas de The New York Times, Washington Post y Gallup. Con ese capital político, Obama, volvió a retomar el discurso del optimismo, de la superación ante la adversidad y de la oprtunidad en la crisis. El jefe del Ejecutivo hizo varios llamamientos a la responsabilidad colectiva e individual y al sacrificio. Además, renovó su compromiso con una ambiciosa agenda que se fija como prioridad a la resolución de la crisis económica pero con miras de largo plazo.
El presidente dijo que el paquete de estímulo fiscal y las demás medidas destinadas a salir de la crisis no responden a que él crea de que es mejor tener un gobierno grande, porque no lo cree, o por que le de igual la "masiva deuda que hemos heredado", sino porque no hacer nada "costará más trabajos y más sufrimientos". Obama explicó que el estímulo fiscal recién aprobado no solucionará por si solo los problemas. "No habrá una recuperación real a no ser que eliminemos la crisis del crédito que ha debilitado severamente nuestro sistema financiero"
En este punto, el presidente hizo uso de su buena mano con la oratoria y explicó la necesidad de un saneado sector crediticio para evitar que la falta de préstamos encalle la recuperación. Obama no dio detalles de un plan que todavía no ha terminado de perfilar el Tesoro pero explicó que cuando se sepa que un banco tiene problemas, "se hará responsables a aquellos que han estado al frente, se obligará a hacer lo a justes necesarios, se proveerá apoyo para limpiar los balances y asegurar la continuidad de una fuerte y viable institución".
Los "exámenes de fuerza" o stress test para comprobar la fortaleza de la banca en situaciones extremas empiezan hoy. Más allá de esto, el Tesoro ha evitado aclarar más su futura actuación algo que ha dado alas al debate sobre la nacionalización de la banca, una posibilidad que la Casa Blanca está tratando de evitar.
Más dinero para la banca
Lo que si que admitió Obama es que el plan de ayuda a la banca "requerirá significativos recursos por parte del Gobierno federal, y si, probablemente más de lo que ya hemos presupuestado". El Gobierno ha asignado dos partidas de 350.000 millones de dólares para la recuperación de la banca y la primera ya fue gastada por el Gobierno de George Bush. El presidente dijo que el coste de la acción "será muy grande pero les aseguro que el coste de no actuar será mucho mayor". "Será peor para el déficit, para las empresas, para ustedes y para la próxima generación, y yo me niego a que eso ocurra"
Más allá de esta tarea, el presidente anticipó parte de las líneas maestras de su primer presupuesto, cuyo borrador presentará mañana, y del que dijo que reflejará la dura realidad "que hemos heredado, un déficit de un billón de dólares, una crisis financiera y una recesión costosa". Y advirtió: "todo el mundo en esta cámara, demócratas y republicanos van a tener que hacer sacrificios porque no va a haber dólares para algunas prioridades. Y yo también los haré".
Obama dijo que sus prioridades a largo plazo eran la garantía de fuentes de energía, la reforma de un sistema sanitario que ya no puede esperar más y la mejora de la educación. En este sentido, y tras recordar que EE UU tiene el porcentaje más alto de abandono de estudios en los institutos, Obama volvió a apelar a la responsabilidad y, curiosamente, al sentido del patriotismo para decir que cada persona que abandona sus estudios en el instituto no solo se abandona a sí mismo "sino que abandona a su país y este país necesita los valores y el talento de todos los americanos".
En un discurso centrado en los problemas nacionales y de fuerte contenido económico, el presidente no tocó asuntos relacionados con las relaciones internacionales hasta las últimas páginas de su discurso de 52 minutos. Y lo hizo por encima, repitiendo el compromiso ya adquirido de mejorar las antiguas alianzas y luchar contra el extremismo en Afganistán y Pakistán. Obama dijo que iba a incrementar el número de marines y soldados además de elevar su paga y la de los veteranos.