Ford plantea un ERE de 75 días en la fábrica de motores
La dirección de la factoría de Ford en Almussafes (Valencia) comunicó ayer a los sindicatos su intención de presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) temporal que afectará a la planta de motores. La multinacional quiere parar la producción alrededor de 75 días a lo largo de los próximos 12 meses, lo que supone, según fuentes sindicales, alrededor de un tercio de los días laborables de esta instalación en las que trabajan unos 500 empleados.
La factoría de Almussafes cuenta con una planta de motores desde sus inicios, con un paréntesis fruto de la reordenación de las plantas de la multinacional en Europa. Desde 2002 fabrica fundamentalmente el modelo Duratec, que se monta en coches como Focus, S-MAX, Galaxy o Volvo S40, por ejemplo. De estos, sólo el Focus se fabrica en la planta, pero se equipa con estos propulsores ocasionalmente, ya que son de 2 y 2.2 litros, por lo que la mayor parte se destinan a otras plantas de la multinacional en todo el mundo.
La dirección señaló que la caída de ventas de los vehículos de mayor potencia y de los comerciales afectan al producto que se fabrica en la planta. Fuentes sindicales apuntaron también la reducción de un pedido de 55.000 motores a sólo 3.000 que tenían como destino Estados Unidos.
El secretario general de UGT en Ford, Gonzalo Pino, exigió a la empresa que justifique este nuevo ERE, que se une a los que afectan a la totalidad de la factoría que obligan a parar prácticamente un día a la semana, y reclamó un plan de viabilidad futuro para que los resultados de estas regulaciones temporales tengan algún sentido. Pino destacó la coincidencia del anuncio de la dirección con la subvención de 6,22 millones de la Generalitat Valenciana precisamente para la planta.
Parte del futuro de la planta valenciana de motores, cuya capacidad instalada se usa a menos del 50%, pasa por la factoría de Ford en Rumanía. Finalmente se ha alcanzado un acuerdo entre el Gobierno rumano y la multinacional para empezar a fabricar al final de este año. Los modelos que podrían montarse -posiblemente alguna versión de la Transit y un hipotético sustituto del Fusion- equiparían motores hechos en Valencia, según ha podido saber este periódico.