Más eficacia para exportar más
El sector exterior es uno de los fundamentos en que se tiene que basar la recuperación de la economía española. Para ello, parece esencial un frente común ante los mercados exteriores en el que la marca España y el concepto made by Spain, y toda la potencialidad que esos términos encierran, funcionen de manera eficaz y fructífera, lo que exige que se haga de manera coordinada. Esta afirmación, a todas luces indiscutible, ha estado mucho tiempo en duda, de la mano de una dispersión de esfuerzos no sólo ineficiente, sino también dilapidadora de recursos.
Algunos pasos que se vienen dando invitan a pensar que este serio error para el desarrollo exterior de las empresas puede estar en vías de solución. La patronal CEOE y las Cámaras de Comercio ya acordaron hace tiempo actuar coordinadamente en la representación internacional del empresariado, aparcando así unas inexcusables diferencias que no hacían sino complicar su capacidad para abrirse a nuevos mercados. Ahora, el Icex, el organismo público cuya principal finalidad es 'prestar servicios a las empresas españolas con la finalidad de fomentar sus exportaciones y facilitar su implantación internacional', acaba de llegar a un acuerdo con las comunidades autónomas para crear una delegación única en las acciones de promoción exterior en destinos lejanos.
Una experiencia piloto en las ferias incluidas en Plan de Promoción Agroalimentario en China, en el que han participado los socios de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas y la Confederación de Cooperativas Agrarias Españolas, ha bastado para comprobar la evidente eficacia de la acción conjunta.
En la España de las autonomías resulta demasiado fácil caer en indeseadas dispersiones de esfuerzos. El hecho de que el citado acuerdo se haya producido por iniciativa de los empresarios es suficiente señal del camino a seguir. Lo preocupante es que haya podido ser sólo el fuerte endeudamiento de las comunidades y el recorte presupuestario de sus organismos exportadores la razón para integrarse en una sola delegación, y no ese sentido de la eficacia que debe marcar siempre la línea a seguir de todas las Administraciones.