Consecuencias de la burbuja 'puntocom'
La actual crisis financiera y económica ha puesto en entredicho el paradigma financiero sobre las bondades de asumir riesgo a largo plazo. Más que nada, porque el desplome bursátil del último año y medio se ha comido las ganancias de la Bolsa de la última década.
Barclays Capital analiza pormenorizadamente lo acaecido en los últimos 10 años en su último Equity Gilt Study, un ambicioso informe de coyuntura que elabora la firma desde 1956. Barclays parte de un hecho incontestable: el rendimiento de la renta variable durante la última década ha sido de los peores de la historia. La Bolsa estadounidense ha arrojado unas minusvalías medias anuales del 0,3% desde 1998, el cuarto peor balance en periodos de 10 años de los últimos 83 ejercicios.
La entidad argumenta que estos pobres resultados no obedecen a un problema intrínseco de la renta variable como activo, sino al hecho de que en los primeros años de la última década, entre 1997 y 2002, las acciones estuvieron sobrevaloradas hasta el extremo en relación con la evolución de los beneficios de las compañías. La prima de riesgo pagada entonces por invertir en Bolsa fue tan alta que aún hoy se arrastran las consecuencias.
El estallido de la burbuja tecnológica generó un desplome de las cotizaciones que corrigió la sobrevaloración del mercado entre 2001 y 2003, cuando las cotizaciones cayeron más que los beneficios. El problema, según Barclays, es que el precio de las acciones se ha mantenido por detrás del crecimiento de los beneficios incluso en el último periodo de bonanza económica, y en ese periodo las valoraciones han seguido cayendo. Y ha sido consecuencia de lo mucho que se pagó por la Bolsa en los años de la burbuja.
Esta situación ha impedido que las acciones hayan podido servir de colchón al cambio abrupto del ciclo económico, porque cuando cayeron los beneficios en 2008 las Bolsas cayeron en la misma cuantía desde un nivel más bajo. Esta vez no se han corregido valoraciones excesivas, simplemente las valoraciones se han desplomado. 'La Bolsa se ha comportado como una opción call fuera del dinero sobre los beneficios corporativos, una opción cara y eterna', sostiene el informe.