Bruselas advierte de que las fusiones de entidades con problemas no son la solución
La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, aconsejó hoy a los países de la Unión Europea (UE) una reestructuración en profundidad del sector financiero, que incluya la liquidación de bancos si es necesaria, y dejó claro que las fusiones de entidades con problemas no son la solución.
La comisaria advirtió de que la crisis puede agravarse si no se recupera la confianza en el sector financiero y, en ese contexto, señaló que resulta fundamental aumentar la transparencia, sobre todo en lo referido al peso de los activos dañados en el balance de las entidades.
Respecto a qué hacer con esos activos, Kroes dijo que la concesión de garantías públicas sobre los mismos y las inyecciones de capital son medidas viables, pero opinó que dejarán a las entidades "vivas, pero demasiado débiles o demasiado asustadas para prestar".
Por eso, consideró que la mejor solución es adoptar medidas estructurales que permitan limpiar los balances, reestructurar o liquidar ordenadamente entidades "y permitir a los supervivientes normalizar el crédito sin mirar atrás".
"Eso es mucho mejor que considerar fusiones entre entidades con problemas", subrayó la comisaria en una intervención ante un grupo de eurodiputados.
La máxima responsable de la política de competencia europea se mostró convencida de que el sector financiero debe someterse a una profunda reestructuración "antes de que acabe 2009".
Vaticinó que el modelo de negocio de los bancos será muy diferente en el futuro, ya que, en primer lugar, estarán sometidos a una regulación mucho más estricta.
La tendencia al sobreendeudamiento será reemplazada por un modelo bancario más sencillo y transparente, con menos recurso al endeudamiento y menor asunción de riesgos, explicó la comisaria holandesa.
A su juicio, los bancos tendrán que basarse fundamentalmente en la financiación obtenida en el mercado minorista y eso les hará centrarse en su actividad principal.
En resumen, según Kroes, "podemos ver la vuelta de las entidades a la 'banca clásica'", debido a la presión regulatoria y a las nuevas exigencias de capital.
La comisaria también señaló que las entidades tendrán que vigilar mejor el riesgo y decidir si abandonan productos y mercados en los que no tienen una ventaja competitiva sostenible.
Por último, confió en que esta transformación también conlleve mayor diversificación geográfica de las entidades, lo que podría permitir la emergencia de grandes grupos financieros multinacionales con sede en Europa.