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Tendencias

Dejar de fumar es más fácil... si te pagan por ello

El incentivo económico favorece la abstinencia durante más tiempo.

Las personas a quienes se les paga por dejar de fumar tienen cerca de tres veces más probabilidades de abandonar el hábito y no volver a encender un cigarrillo que aquellas a las que no se les incentiva económicamente, según un estudio publicado recientemente por la revista New England Journal of Medicine.

Casi el 15% de los participantes del estudio que recibieron dinero como recompensa seguían sin fumar seis meses después de abandonar el tabaco frente al 5% del grupo que no obtuvo incentivos dinerarios.

'Los sistemas de salud, las aseguradoras y los propios fumadores pagan un alto precio cuando la enfermedad da la cara', dice el principal autor del estudio, Kevin Volpp, director del Centro para Incentivos de Salud de la Universidad de Pensilvania en una entrevista publicada por la revista. 'En vez de pagar las consecuencias ¿por qué no usar parte de ese dinero para motivar a las personas de modo que no desarrollen patologías relacionadas con el tabaquismo en primer lugar?', se pregunta. El cigarrillo puede provocar cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar, dolencias cardiacas, accidentes cerebrovasculares y cataratas.

El estudio incluyó a 878 empleados de General Electric en Estados Unidos. De ellos, 436 recibieron información sobre programas para dejar de fumar junto con una oferta de incentivos en efectivo y a 442 sólo se les dio información sobre los programas, sin el dinero.

Robert Galvin, director médico de la factoría de General Electric de Faifield (Connecticut), dijo que la compañía participó en el estudio para contribuir a determinar si los incentivos pueden alentar a la gente a dejar de fumar, lo cual bajaría los costes de la atención en salud. General Electric gasta cerca de 50 millones de dólares (38,7 millones de euros) por año en atención sanitaria para fumadores, cifra que no incluye el coste de la productividad perdida.

La compañía, el mayor fabricante de motores para aviones a reacción y dueña de la división de medios de NBC-Universal, emplea a cerca de 152.000 personas en el país norteamericano.

Quienes formaban parte del grupo de fumadores incentivados recibieron 78 euros por completar el programa para dejar de fumar, 195 dólares por seguir sin hacerlo seis meses después de inscribirse en el estudio y 310 euros por su abstinencia después de otros seis meses, confirmada por pruebas de saliva y orina. La investigación estaba destinada a ver cuántas personas seguían sin fumar nueve o 12 meses después de inscribirse en el proyecto.

El tabaquismo es la principal causa de muerte en Estados Unidos y mata a cerca de 438.000 personas al año, según el estudio.

Lograr que una persona deje de fumar puede ahorrar a las empresas 3.400 dólares por trabajador y año al aumentar la productividad, disminuir el absentismo y reducir la aparición de enfermedades, según estimaciones de los Centros para la Prevención de Enfermedades.

Uno de cada cinco adultos estadounidenses, en total 45,3 millones de personas, fumaron en el año 2006. La cifra porcentual permaneció constante desde el ejercicio 2004 después de una anterior disminución del hábito que duró siete años.

La ley antitabaco no reduce las ventas en España

Desde que entró en vigor en España la ley antitabaco, enero de 2006, la venta de cigarrillos no ha disminuido. Entre enero y octubre de 2006, primer año de la ley, se vendieron 3,74 millones de cajetillas, el pasado año fueron 3,79, un 1,29% más. Con ello se rompe una tendencia que acabó precisamente el año en que se aprobó la norma. Entre 2006 y 2007 las cifras se estabilizaron. Dos años después, sólo en cuatro comunidades baja, y la cifra global se acerca de nuevo a la de 2005, año en el que se vendieron 3,8 millones de cajetillas de enero a octubre, aunque siempre hay que tener en cuenta que la población va aumentando (entre 2006 y 2007 lo hizo en un 1,1%). El primer año de vigor de la ley, Sanidad calculó que habían dejado de fumar 750.000 personas. Ahora no hay nuevas estimaciones.Quedan los datos de la Encuesta Nacional de Salud, que calcula que la proporción de mayores de 16 años que fuman ha pasado del 31,6% en 2001 al 26,4% en 2006. Hay varias causas que pueden explicar la subida, según las sociedades científicas: la permanencia de espacios para fumadores en bares y restaurantes, el que la sanidad pública no sufrague los tratamientos para desengancharse de la nicotina y que no se suban los precios del tabaco para desanimar a los jóvenes a empezar a fumar.

Atentos

El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por carcinoma en los hombres y la cuarta en las mujeres, y ocasiona un total de 17.300 fallecimientos anuales en España. La mortalidad entre las féminas está aumentando a un ritmo del 2,4% cada año desde 1990.

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