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Finanzas personales

Dinero de plástico para dosificar el gasto

La banca refuerza sus campañas de tarjetas de pago aplazado.

La crisis ha frenado de golpe el consumo en España y con ello la comercialización de productos financieros, como los créditos personales, ligados a pequeñas compras. Para compensar la caída, las entidades están reforzando sus campañas en tarjetas, otra manera de afrontar los gastos mensuales o los imprevistos. 'Los crecimientos en años anteriores siempre fueron de dos dígitos, pero en 2008 se ha observado una moderación del consumo con tarjetas. Las previsiones para este ejercicio es seguir la tónica mostrada en el último trimestre de 2008', señala Jorge Blanco, director de la división de medios de pago de Caixa Galicia.

Fuentes de Banco Santander afirman que prevén que la contención del gasto derivado de la situación económica se compensará con un mayor uso de los medios de pago, 'debido a la mayor cultura financiera de los consumidores que cada vez más emplean sus tarjetas como herramientas de control inteligente de sus gastos'. De momento, y según las estimaciones de Asnef, la actividad en tarjetas descendió en el cuarto trimestre de 2008 un 31% respecto al mismo periodo del año anterior.

La ofensiva de la banca se centra en el uso del dinero de plástico de pago aplazado, una modalidad denominada revolving que causa furor en países como Estados Unidos pero que en España no ha terminado de cuajar.

'Este año esperamos un aumento de la utilización de las tarjetas para pagar y menos retiradas de cajero (a crédito). Se espera que se extienda la cultura de administrar los gastos en función de las necesidades y, por tanto, un incremento del pago aplazado', comenta Albert Figueras, director de financiación de particulares de Banco Sabadell.

Como gancho, las entidades utilizan diferentes reclamos, desde la vinculación del uso de las tarjetas a programas de puntos canjeables por billetes de avión y de tren o estancias en hotel hasta regalos o descuentos en las compras de determinadas marcas.

Su tipo de interés es muy superior al aplicado en las tarjetas de crédito cuyos gastos se liquidan al final de cada mes -puede alcanzar el 20% al año-, aunque bancos y cajas advierten que los usuarios no suelen esperar a pagar la deuda en un plazo de 12 meses sino que intentan cancelarla cuanto antes.

Tipo de interés

La Tarjeta Fácil de BBVA cobra un 9,5% TAE (Tasa anual Equivalente), aunque el cliente puede elegir cómo pagar y el importe fijo que quiere que le carguen en su cuenta cada mes. Iberia Max, de Caja Madrid, tiene un interés del 18%, mientras que en la Visa Shopping, de Sabadell, es del 16% y en la Visa Clip, de Caixa Galicia, es del 15%. La promoción de Caja Madrid incluye el regalo de puntos extra al contratar la tarjeta, mientras que la de Caixa Galicia ofrece el 2% de devolución en todas las compras y el 4% en estaciones de servicio Galp, además de estar asociada a un programa de puntos para acceder a regalos. Durante febrero y marzo, Sabadell regala 100 compras gratis por utilizar la tarjeta.

Banesto promociona en estos momentos la tarjeta Diez en una que, con un interés del 20% anual, incluye rebajas del 5% en las compras de marcas como El Corte Inglés, Ikea, Zara o Vips. El cliente establece qué cantidad quiere abonar cada mes, desde 30 a 300 euros. También comercializa Match Point, una tarjeta de pago a fin de mes pero que permite la posibilidad de que el usuario decida cuánto paga cada mes. Está asociada a un programa de puntos que pueden ser utilizados por vuelos o viajes en tren, productos Nespresso o Gourmet, entre otros.

La mayoría de las entidades ofrece la contratación gratuita de estas tarjetas durante el primer año, mientras que a partir del segundo algunas lo vinculan al importe de facturación del cliente o establecen una cuota fija. Todas incluyen diferentes seguros, desde viajes, accidentes hasta uso fraudulento o robo.

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