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Francia

Sarkozy quiere reducir el permiso parental para que las mujeres no rompan su trayectoria profesional

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, quiere reducir el permiso parental educativo para evitar una ruptura en la trayectoria profesional de las mujeres y, para ello, ha anunciado la creación de 200.000 nuevas plazas de guardería de aquí a 2012 durante un discurso sobre política familiar pronunciado en el Elíseo.

En Francia, el permiso parental educativo al que pueden acogerse los trabajadores manteniendo parte del salario es de seis meses para el primer hijo y hasta de tres años a partir del segundo. Desde 2006, es posible no obstante cogerse una baja de sólo un año a partir del tercer hijo, pero con una remuneración mayor.

Este sistema, además de ineficaz, es, según Sarkozy, un "derroche" no sólo para las mujeres, que tendrán "menos oportunidades" de progresar en su carrera, tener un sueldo mejor o volver a encontrar un trabajo, sino también para sus familias porque su poder adquisitivo disminuye.

También es un "derroche" para el conjunto de la sociedad, que mantiene fuera del mercado laboral a casi 800.000 mujeres cada año. De ahí que lanzara la necesidad de abrir un debate "sin tabúes" para acortar este tipo de permiso. "Parece que el cuidado de los hijos fuera una especie de impuesto sobre la capacidad de trabajo de los padres, especialmente las madres", dijo.

En este sentido, y para intentar conciliar vida familiar y profesional, Sarkozy propone dar prioridad a una reorganización del horario laboral y del trabajo parcial, más que a un cese total de la actividad. De igual modo, quiere que los organismos encargados del fomento del Empleo asesoren a las madres jóvenes para que retomen el trabajo garantizándoles el derecho a la formación.

Cuando todavía está reciente en Francia la polémica suscitada por la ministra de Justicia, Rachida Dati, que se incorporó al trabajo cinco días después de haber dado luz mediante cesárea a su primera hija, la propuesta de Sarkozy puede reabrir las críticas de los sectores que vieron en la actitud de la ministra el camino hacia la pérdida de un derecho.

Y en los foros digitales de los medios galos que comentan las palabras de Sarkozy empieza a vislumbrarse un nuevo foco de batalla que se le puede abrir al Gobierno en vísperas de la reunión que celebrará el presidente con los sindicatos en el Elíseo, fijada para el miércoles 18 de febrero. "Una bonita idea más para dividir a los franceses", resumía un internauta.

El Estado francés dedica en la actualidad 80.000 millones de euros a la política familiar, es decir el 5% del PIB, y las empresas son las primeras contribuyentes a su financiación, con un volumen de 30.000 millones.

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