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Crisis económica

Zapatero tilda de 'neoconservadora' la propuesta de Ordóñez sobre el despido

El presidente del Gobierno no está dispuesto a perder el escudo protector que los sindicatos le ofrecen frente a la recesión. José Luis Rodríguez Zapatero dejó claro ayer su rechazo a las tesis que abogan por el abaratamiento del despido y que entran 'dentro del catálogo neoconservador', respondiendo así a las recomendaciones que el miércoles hacía el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, partidario de la creación de empleo a través de la flexibilización del mercado laboral.

Zapatero tilda de 'neoconservadora' la propuesta de Ordóñez sobre el despido
Zapatero tilda de 'neoconservadora' la propuesta de Ordóñez sobre el despido

El presidente aprovechó la oportunidad que le brindó la Asociación de Periodistas Europeos de presentar las prioridades de la presidencia comunitaria para fijar con claridad su postura respecto a las reivindicaciones que han surgido de la patronal CEOE, apoyadas por el gobernador del Banco de España, para abaratar el despido e introducir mayor flexibilidad en las relaciones entre empresas y trabajadores. 'Estados Unidos tiene el mercado laboral más flexible del mundo y está destruyendo empleo con cifras que no se recordaban desde hace treinta años', recordó el presidente. En su opinión, hacen falta 'derechos para los trabajadores, mejores salarios y perfeccionar el estado del bienestar porque eso es lo que crea riqueza y hace a la sociedad más competitiva'. Zapatero consideró que las tesis contrarias que en este terreno 'defienden otros' entran 'dentro del catálogo neoconservador que se basa en menos regulación, menos intervención y el adelgazamiento del estado del bienestar... No debemos ir por ese camino', argumentó.

Zapatero razonó que sus diferencias con el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, demuestran 'una buena salud democrática'. 'Algunas de sus opiniones las comparto y otras no. Procuro nombrar a responsables de estas instituciones más que por sus fidelidades, por sus cualidades y el gobernador del Banco de España las tiene bien acreditadas', señaló. Como receta alternativa al abaratamiento del despido, el presidente exhibió su apuesta por la competitividad, basada en dos líneas claras del Gobierno: la inversión en educación para prolongar la formación más allá de la educación obligatoria y el aumento de los recursos para investigación y desarrollo.

La gran apuesta del Ejecutivo para los próximos años, confirmó Zapatero, será la inversión en las energías renovables porque pueden contribuir a un crecimiento sostenible y ayudar también a exportar y crear empleo a través de empresas españolas que son punteras en este sector.

Zapatero expresó su intención de iniciar en breve una ronda de encuentros con las principales formaciones políticas y con las comunidades autónomas para pactar el programa que desarrollará el Gobierno cuando en 2010 asuma la presidencia de la Unión Europea. Con posterioridad, lo presentará en el Congreso.

Prioridades de la presidencia

La presidencia española tendrá tres prioridades: la superación de la crisis económica y financiera mediante el impulso de un nuevo modelo económico productivo y sostenible, la profundización en la Europa social y la adaptación de la Unión al nuevo mundo 'multipolar', donde tendrá que hablar con 'una sola voz'.

Zapatero expresó su convicción de que el liderazgo europeo vendrá condicionado por el momento y la forma en que los estados miembros superarán la crisis, por la estructura final que se de al nuevo sistema financiero internacional y por el nivel de compromiso con un orden internacional más justo y equilibrado que tenga también en cuenta la lucha contra el cambio climático.

Zapatero opinó que la Unión Europea mostró cierto 'liderazgo' en su reacción frente al 'crac financiero' del pasado septiembre, pero advirtió de que los europeos no pueden expresar la misma satisfacción ante algunos síntomas inquietantes que guardan relación con las 'tentaciones proteccionistas, el nacionalismo antieuropeo y la xenofobia'.

El Banco de España se reafirma en su crítica a la rigidez de los contratos

La opinión emitida por el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez sobre el despido es también, como es lógico, la del Banco de España. Pocas horas después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considerara ayer inapropiadas las recetas de Ordóñez sobre el mercado laboral, el director del servicio de estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, insistió en las palabras de su superior.Así, en una conferencia pronunciada en la Fundación Ramón Areces, Malo de Molina reiteró que 'los mecanismos de protección del empleo para algunos colectivos generan fuertes pérdidas de puestos de trabajo en el conjunto de la economía y reducen los incentivos a la contratación'. Además, en su opinión, 'los sistemas vigentes de contratación y negociación colectiva todavía adolecen de rigideces'.A su juicio, para 'parar la sangría del empleo y detener su efecto amplificador de la recesión, estaría justificado recurrir a medidas excepcionales de carácter transitorio que maximicen los incentivos al mantenimiento de las plantillas y a la contratación de trabajadores'.A ello deberían sumarse los incentivos a otras actividades diferentes al inmobiliario. El relevo se debería producir en aquellas 'en las que la economía tenga ventajas comparativas por su dotación de factores y su mayor eficiencia relativa'. Por su parte, el consejero del BCE José Manuel González Páramo dijo compartir las afirmaciones de Ordóñez, asegurando que el actual coste del despido no es el que mejor protege al empleo.Malo de Molina y González Páramo replicaban así, no sólo a Zapatero sino también al ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que ayer por la mañana había criticado también al gobernador.Respuesta de Corbacho'El señor Fernández Ordóñez siempre hace análisis un poco parciales', dijo ayer un enfadado Corbacho, en una entrevista en la cadena SER para responder a las recomendaciones dadas el miércoles por el gobernador. En opinión del titular de Trabajo, el Banco de España debería dejar al margen el mercado laboral que 'no es el culpable' de la crisis económica, para hacer tres reflexiones.En primer lugar, Corbacho instó a Ordóñez a que analice el papel que ha jugado el sector financiero en el actual modelo basado en la construcción, 'que ha sido denostado por todos'.En segundo lugar, pidió al gobernador que diga 'cuáles son sus recetas para cambiar el modelo financiero y que no nos veamos en un futuro en la misma situación que ahora'. Y, finalmente, le aconsejó que de soluciones al principal problema que tienen las empresas que, 'a diferencia de lo que dice el señor Ordóñez', es la falta de liquidez para hacer frente al circulante.

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