La vivienda se abarató un 1,4% en la segunda parte de 2008 frente a la subida del 2,9% de la primera mitad
Los precios nominales de la propiedad residencial bajaron en España el 3,2% en el cuarto trimestre de 2008 respecto al mismo periodo del año anterior, por detrás de Irlanda, Malta, y Finlandia, según el Banco Central Europeo (BCE).
En un informe del boletín de febrero, publicado hoy, el BCE asegura que la primera caída de los precios nominales de la propiedad residencial en España se produjo en el último trimestre del pasado año. El retroceso del valor de la vivienda residencial en España en la segunda mitad de 2008 fue del 1,4 respecto a igual periodo del ejercicio anterior.
Sin embargo, el precio de la vivienda había subido el 2,9% anual en los seis primeros meses de 2008. Estas cifras contrastan con el incremento medio anual del 13,8% que registraron los precios de la vivienda en España entre 1999 y 2005, la mayor subida de los países que comparten el euro.
Irlanda es el país de la zona del euro que lidera la caída del precio de la vivienda, con un retroceso del 9,7% en el cuarto trimestre y del 10% en el tercer trimestre de 2008, respecto a los mismos meses de 2007.
Ralentización del crecimiento de precios
El BCE consideró que en el conjunto del área euro se produjo una notable ralentización del crecimiento de los precios de la propiedad residencial a finales de 2008 debido a una moderación de la demanda de viviendas porque eran menos asequibles. Además, ya que la adquisición de una vivienda está financiada principalmente con deuda, el endurecimiento de las condiciones de los créditos también pueden haber influido negativamente en los últimos años.
Los estándares de crédito para los hogares se han endurecido desde comienzos de 2006, reflejando una subida generalizada en los tipos de interés nominales aplicados a las hipotecas. Ante la ralentización de los precios y de la demanda de la vivienda, se produjo también un retroceso de su oferta, según el banco europeo. La inversión residencial real en la zona del euro se contrajo un 3,3% en el tercer trimestre de 2008, respecto al año anterior, cifra que contrasta con el crecimiento anual del 6,1% del primer trimestre de 2007.