Predicar desde el ejemplo, una necesidad en tiempos austeros
Clase turista y menos comidas de negocios. Los empresarios, los primeros en ajustarse el cinturón.
En Otaci, SL, es año de renovación de vehículos. Sin embargo, este ejercicio los modelos serán de una gama algo inferior. También para los jefes. 'Hacemos miles de kilómetros al año por la labor comercial que requiere este trabajo y los coches se cambian cada cuatro años; pero esta vez tendrán que tener unos precios más ajustados', comenta José Luis Villegas, gerente de una empresa familiar de Andalucía dedicada a la distribución de material para la industria cárnica. Las medidas anticrisis proliferan en las pequeñas y medianas empresas y afectan a todos los estamentos de la organización. 'Además no hemos subido los sueldos a nadie -incluida la dirección-, tal y como están los tiempos todos tenemos que ajustarnos el cinturón', añade.
El 2009 será un año de mirar el bolsillo. Las compañías recortan costes, pero la complicada situación del mercado requiere, además de ajustar gastos, hacerlo con la mayor coherencia posible. Empezar desde arriba, dando ejemplo, será clave para superar las turbulencias económicas, según señalan los expertos. 'Las estructuras de las pymes son muy planas y el ejemplo es muy importante. Si pedimos reducción de costes, reducciones de jornadas, etc., el empresario tiene que trabajar más, en tiempo y también en funciones. Es una cuestión de imagen, confianza y coherencia', destaca Antonio Sancho, consultor del Consejo Superior de Cámaras de Comercio.
Así, la austeridad se impone en muchas compañías, y a los empresarios les toca arrimar el hombro y demostrar a sus trabajadores que todos están en el mismo barco. Y de los errores -aunque sean de los demás- también se aprende. Llamó la atención, por ejemplo, la compra por parte de Citigroup, entidad que a los pocos días de recibir un rescate público milmillonario adquirió de un nuevo jet privado para sus ejecutivos; unos 38 millones de euros. 'Esto nunca sucedería en una pyme porque las cifras que se manejan son muy distintas, pero cualquier despilfarro afecta negativamente a una compañía. No es tiempo de lujos', destaca Joaquín Garralda, experto en responsabilidad social corporativa de IE Business School.
'No es tiempo de lujos', señalan en IE Business School
Entre las medidas que se empiezan a ver con mayor frecuencia hacen referencia a los viajes o a las comidas de negocios. 'Las empresas empiezan a valorar la posibilidad de viajar en bajo coste y también a cuestionarse la necesidad o no de un determinado viaje de negocios. Además, se empiezan a disminuir los representantes en las comidas de empresa', señala Garralda.
Uno de los problemas con los que cuentan muchas compañías se debe a la falta de liquidez por impagos o retrasos en las liquidaciones. En Almacenes Sancho, compañía mayorista de perfumería, se han visto obligados a pagar la nómina de enero en dos pagos debido a los picos de liquidez. Además, no han podido asumir -de momento, según señalan desde la propia empresa- la subida del IPC. Eso sí, 'cualquier medida que tomamos y que afecta a los empleados nos afecta a todos, incluida la dirección general, y los trabajadores lo saben porque se refleja en los números. En la contabilidad se ve que los sueldos de todos ahora están muy ajustados', destaca Ignacio León, jefe de compras y adjunto a la dirección. 'Se trata de no malgastar dinero, empezando por nosotros mismos. Tratamos de dar ejemplo, aunque siempre hemos sido muy austeros', añade León.
'En noviembre expusimos claramente a los empleados que todos teníamos que apretarnos el cinturón. La gente lo acepta porque ven diariamente como está la situación, pero todos tenemos que colaborar', señala José Francisco de la Vega, administrador de la empresa asturiana Miami, dedicada a la lavandería industrial.
Ajuste de las rutas, contratos más largos con los proveedores para lograr mejores precios y aprovechar mejor los tiempos y recursos de la compañía son algunas de las medidas que han hecho falta para poder mantener los sueldos, según cuenta De la Vega. Un trabajo de equipo, creativo y desde arriba para superar la crisis.
Viajes más cortos y baratos
'Estamos entrando en una era de evidente austeridad en lo que se refiere a los viajes de negocios', comenta Antoine Medawar, directos de Amadeus Hospitality Business Group, compañía que presentó ayer el informe El viajero austero: la repercusión de los recortes de gastos de empresa para los hoteles, realizado por The Economist Intelligence Unit.Este informe, en el que se ha consultado a 354 ejecutivos de Asia, Europa y Norteamérica, concluye que durante el año 2009 los ejecutivos harán menos viajes de trabajo, que éstos serán más cortos y más baratos, y que los usuarios preferirán la eficiencia básica y un servicio adecuado a los servicios complementarios.Así, el 47% de los directivos encuestados realizará menos viajes laborales en los próximos doce meses y más de una cuarta parte (28%) prevé pasar de hoteles de cuatro y cinco estrellas a establecimientos de menor categoría.'Los ejecutivos saben que las empresas y sus accionistas tienen sus ojos puestos en ellos, por lo que se esfuerzan al máximo para hacer que los viajes de negocios sean lo más productivo posible. Adiós, pues, a los gimnasios y los restaurantes. Ahora, lo que importa son los procedimientos eficientes de entrada y salida de los hoteles y el acceso a Internet. Una buena conectividad Wifi puntúa más alto que cualquier otro extra. Se está produciendo un trasvase hacia marcas de confianza y ganan terreno las expectativas de recibir un servicio adecuado y homogéneo en cualquier parte del mundo', destacó Medawar.