Zapatero admite que no puede pedir a la banca que dé "créditos sin más"
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que el Ejecutivo puede dialogar con las entidades financieras y pedirles el "máximo esfuerzo" para que financien la economía, pero admitió que no puede decirles que "den créditos sin más".
En su turno de réplica a los partidos en el Congreso de los Diputados, Zapatero reconoció que las condiciones de financiación son peores que antes de la crisis y ello explica que las exigencias de la entidades sean mayores, por eso "nadie debe pensar" que la banca puede dar créditos "sin más".
A los bancos les cuesta mucho más obtener recursos, el dinero necesario para que financien la economía real y den créditos a familias y empresas, que unido a la caída de la demanda propia de una crisis, lleva a las entidades a tener una actitud "muy conservadora".
En su opinión, es "imprescindible" contar con un sistema financiero solvente para que el crédito vuelva a circular y llegue a familias y empresas, aunque, dijo, que mientras persistan las tensiones de los mercados internacionales, se tendrá que seguir hablando de restricción de crédito.
Una restricción que, a su juicio, es fruto del sistema financiero internacional, de Wall Street, y de quienes dieron créditos a quienes no podían pagarlos.
Zapatero insistió nuevamente en diferenciar la actuación de otros gobiernos que han inyectado capital público a las entidades financieras, lo que supone un coste para los estados, mientras que en España sólo se han adquirido activos financieros de máxima calidad u otorgado avales, lo que aseguró tendrá "un balance positivo para el erario público".
En cuanto a las líneas de financiación a través del Instituto de Crédito Oficial, Zapatero recordó que se trata de una movilización de recursos financieros próxima a los 30.000 millones de euros, la mayor de la historia, y aunque todas ellas ya están operativas, reconoció que habrá que esperar algunas semanas para apreciar su alcance y efectividad.
En concreto, el jefe del Ejecutivo hizo alusión a la línea de capital circulante -dinero para funcionar- para pymes, que está teniendo "una gran demanda y acogida", por lo que si fuera necesario, la dotación inicial de 10.000 millones de euros podría ampliarse.