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Debate sobre el papel del sector financiero

Todos los grupos políticos instan a la banca a abrir el grifo del crédito

José Luis Rodríguez Zapatero tiene una comparecencia pendiente en el Congreso para el próximo martes y el Gobierno teme que el debate derive en un enfrentamiento entre el Parlamento y la banca. Ayer, los principales grupos de la oposición exigieron a las entidades financieras en su conjunto que abran con urgencia el grifo del crédito a empresas y familias, y se comprometieron a presentar un aluvión de iniciativas para conseguir este propósito.

Todos los grupos políticos instan a la banca a abrir el grifo del crédito
Todos los grupos políticos instan a la banca a abrir el grifo del crédito

La reunión que Zapatero mantuvo el lunes con los principales banqueros del país ha dejado una resaca política que al Gobierno se le antoja difícil de gestionar, pues teme que el debate sobre el papel de la banca en una coyuntura de recesión se le vaya de las manos y contribuya a que cale en la opinión pública la sensación de que se ha privilegiado a cambio de nada a unas entidades privadas que siguen nadando en la abundancia.

El propio Ejecutivo y todos los grupos de oposición están poniendo su grano de arena para alimentar un debate que empieza a preocupar en un sector del Gabinete y en la dirección del PSOE ya que no puede sino entorpecer la salida de la crisis. El PP fue ayer el primero en reaccionar de manera airada ante los compromisos tan genéricos contraídos por los bancos con Zapatero y el vicepresidente Pedro Solbes el pasado lunes. 'No entendemos que nuestras ayudas públicas a los bancos no se trasladen a las pequeñas y medias empresas, a los autónomos y a las familias. Los bancos velan por su interés, pero Zapatero debe velar por los intereses de todos los españoles porque su esfuerzo no se está viendo compensado', dijo la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría. En el principal partido de la oposición empieza a haber un cierto arrepentimiento por haber apoyado en su día los reales decretos que han servido para avalar a la banca y para la compra de activos sin haber 'amarrado antes las condiciones en que estas ayudas serían trasladadas a las empresas y los ciudadanos'. Fuera del Congreso, el presidente del PP, Mariano Rajoy, enfatizó también el sentir de su partido: 'A los bancos hay que exigirles que faciliten créditos a la gente porque los bancos van a ser avalados por importe de 100.000 millones de euros por los españoles. El avalista no es el Gobierno, somos todos los activos...'. Igual 'que se ha avalado a los bancos por cantidades estratosféricas, debería avalarse también a los ayuntamientos para que paguen a las pymes', añadió. El PP defenderá varias iniciativas en esta dirección.

Convergència i Unió, uno de los principales soportes del Gobierno en el Congreso en el ámbito económico, también entró directamente ayer en este debate. Su portavoz, Josep Sánchez Llibre, exigió a la banca 'un plus de confianza en la economía española' y le pidió que 'flexibilice los criterios para conceder los créditos' asumiendo más riesgos. Los nacionalistas catalanes preparan una proposición de ley para reconvertir el Instituto de Crédito Oficial en un banco público y posibilitar así la concesión directa de crédito a empresas y familias sin necesidad de intermediar con las entidades privadas.

Todavía más allá fue el portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Joan Ridao, quien emplazó a Zapatero a dejar de crear 'un clima artificial de confianza' para empezar a 'adoptar medidas de carácter excepcional'. ERC, que también se arrepiente, como el PP, de apoyar en su día al Gobierno en la tramitación de los decretos que han hecho posible el reforzamiento del sistema financiero, anunció otro paquete de iniciativas parlamentarias para conseguir la apertura del mercado de crédito. Ridao propuso que el Gobierno sitúe a representantes del Estado en los órganos rectores de los bancos para controlar el destino de las ayudas públicas, que fije unos coeficientes mínimos de recursos destinados a líneas de crédito según los depósitos y que los fondos públicos no se distribuyan mediante subasta, sino de acuerdo a las cuotas de mercado. 'No hablamos de nacionalizar los bancos, pero sí de que el Estado se garantice el control de las ayudas', precisó Ridao.

Después del debate del próximo martes, el Gobierno tendrá que retratarse en el Congreso cuando se discutan todas estas iniciativas.

Alonso replica al presidente de la AEB

El portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, respondió ayer con contundencia al presidente de la Asociación Española de la Banca, Miguel Martín, que el lunes declaró que 'la economía real' es la que 'está poniendo en riesgo al sistema financiero', al contrario de lo que, a su juicio, ha ocurrido en EE.UU. Alonso le replicó que 'la economía real no es la causante de la crisis' y ve detrás de la primera argumentación 'un debate que no es inocente ya que supone culpar a ciudadanos, trabajadores y agentes sociales'.

Las amenazas de Sebastián a los bancos siembran el malestar

El equilibrio que José Luis Rodríguez Zapatero y el vicepresidente Pedro Solbes intentaron mantener el lunes en La Moncloa con los principales bancos del país, situándose entre los intereses de las empresas y los de las entidades financieras, saltó ayer por los aires en unas declaraciones efectuadas por el ministro de Industria, Miguel Sebastián, al programa televisivo Espejo público. Al Gobierno, dijo Sebastián, 'se le está acabando la paciencia con los bancos' y si las empresas y las familias no reciben financiación actuará 'en consecuencia'. A su juicio, los bancos son los 'causantes' de la crisis y tienen que ser los protagonistas de la salida de la misma. En este contexto, les pidió que hagan un ejercicio de responsabilidad por el país y 'aflojen' la situación del crédito. Las encuestas que maneja Industria revelan que más del 80% de las pymes sufren problemas de financiación.Ante la polvareda levantada por el ministro, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero acudió horas más tarde raudo a su rescate aprovechando su presencia en la inauguración de una nueva sede de la policía científica en Madrid. 'Ante las entidades financieras siempre tenemos que ser exigentes. Hay una percepción y el ministro de Industria traslada un estado de ánimo que existe en una parte de las empresas españolas', justificó el jefe del Ejecutivo.Las palabras del ministro también tuvieron eco en el Congreso de los Diputados. El PP las interpretó como la demostración de que 'el Gobierno busca culpables de esta crisis y los quiere encontrar en los bancos'. Su portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, remató con esta pregunta: '¿Acaso Sebastián tiene algún tema que colea con algún banco?'.Las declaraciones del ministro de Industria sonaron a tono de amenaza contra la banca en un sector del Gobierno, en un momento en el que, precisamente, Zapatero intenta transmitir una imagen de equidistancia frente a los intereses que defiende con cierta vehemencia la patronal CEOE y el discurso claramente a la defensiva que esgrime la Asociación Española de la Banca y sus representados, del que fue testigo el propio Congreso el pasado lunes en unas jornadas organizadas por el PSOE.

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