La empresa familiar se volcará en el exterior para sortear la coyuntura interna
Las 100 empresas que integran el Instituto de Empresa Familiar, cuya facturación equivale al 15% del PIB de España, se volcarán en el sector exterior para esquivar la crisis de ventas en territorio nacional, que afecta ya a compañías intocables hasta ahora como Mercadona.
Al igual que la CEOE, que ha pedido una reunión urgente con el Ejecutivo para tratar sobre el agravamiento de la crisis y sus consecuencias en el tejido empresarial, los integrantes del Instituto de Empresa Familiar (IEF) han mostrado en la última reunión de la junta directiva una fuerte preocupación por el deterioro de la situación económica. 'Ahora que todas las empresas tienen cerrados sus presupuestos para este año, la mayoría ha constatado que la situación en este primer trimestre es incluso peor que la del último trimestre de 2008, en el que se produjo una importante caída de ventas', apuntan fuentes del IEF.
Las principales quejas de los empresarios se refieren a las dificultades para conocer con cierta precisión en qué momento va a finalizar el proceso de recesión en la economía española, y por otra parte, a la menor demanda que se está empezando a mostrar en algunos mercados internacionales, como Reino Unido o Alemania. 'Hay algunas empresas industriales que tenían una cartera de pedidos a tres meses y que ahora apenas les llega a dos días', apuntan esas mismas fuentes.
En este escenario, las empresas han decidido orientar su estrategia de ventas hacia el exterior. 'Pese a que se aprecia una caída de la demanda en los mercados a los que se exporta, ésta ha sido menos brusca que en España, ya que aquí se ha pasado de un crecimiento de un 4% a una caída cercana al 2%, con una diferencia de seis puntos porcentuales y unas cifras de nuevos parados cercanas al millón de trabajadores en tan sólo doce meses', indican.
Esta situación es bastante diferente a la de otros países como Francia, Reino Unido o Alemania, en los que la caída de la demanda apenas llega a los tres puntos y en los que ni mucho menos se ha llegado a esas cifras de desempleo. 'En esos países no hay la sensación de crisis aguda que existe en España y tampoco existe el problema de liquidez tan grave que sufren nuestras empresas', señalan.
Desde el Instituto de Empresa Familiar también critican las medidas de impulso acometidas por el Ejecutivo, ya que, a su juicio, no han llegado a la economía real y eso 'se está notando' de forma decisiva en las dificultades de crédito que tienen que afrontar, en especial las pymes. 'Ese efecto se ha producido, por ejemplo, en el sector del automóvil, en el que las pequeñas compañías se han encontrado con muchos problemas para conseguir crédito y ampliar sus flotas', apuntan.
Reducir el absentismo laboral, otra prioridad
Otro elemento considerado vital para el quehacer diario de la empresa familiar es la reducción de los niveles de absentismo laboral, que triplica la media de la UE. Por ese motivo han solicitado que se incluya este punto dentro del diálogo social que mantienen Gobierno, patronal y sindicatos, al considerarlo como la principal barrera para el aumento de la productividad. Entre sus peticiones destaca la de que si el absentismo supera el 3% de la plantilla, las bajas en la plantilla sean gestionadas por mutuas de trabajo.Desde el IEF apuntan como otra de las claves el mejor funcionamiento de la administración y abogan por recortar el gasto corriente para poder mantener las inversiones en tiempos de crisis, en especial las relacionadas con infraestructuras e I+D+i.