Aire fresco en Obsidiana
Julio Zapatero trabaja en un espacio diáfano, rodeado de gente joven.
Su forma de trabajar la define como bastante abierta. Julio Zapatero, madrileño, de 45 años y director general de Obsidiana, empresa de servicios financieros ideada por Bankinter, no tiene un despacho tradicional. Su espacio de trabajo se ubica en una amplia sala donde también trabaja el resto de la plantilla. 'Es un concepto heredado de Bankinter y que va en sintonía con mi forma de ser y de entender el trabajo, que no es otra que tener un equipo abierto y con un estilo informal y distendido'. Porque un buen ambiente de trabajo, en opinión de Zapatero, no está reñido con el desenfado, sobre todo cuando la media de edad de los 400 empleados de la plantilla es de 30 años. De éstos, aclara que más del 50% son mujeres y cuentan con ocho nacionalidades. 'Somos un grupo heterogéneo y joven, con una forma de trabajar vinculada a las personas y al talento. Trabajamos con flexibilidad y nos medimos por la consecución de resultados y por un alto nivel de responsabilidad'.
Dice que la experiencia de trabajar con jóvenes es sumamente enriquecedor. 'Va en sintonía con la forma en la que queremos hacer las cosas. Queremos ser diferentes y observo que los jóvenes tienen inquietudes diferentes a las que tenía mi generación'. Y aclara que esta nueva hornada de profesionales tiene arraigado el concepto de solidaridad. 'En vacaciones se van de cooperantes o no les importa cogerse un año sabático para atender este tipo de iniciativas'.
El camino de Obsidiana se comenzó a andar en 2001, a raíz de un acuerdo entre Capital One, entidad emisora de tarjetas de crédito, y Bankinter. En septiembre de 2007, ambas empresas acordaron que Bankinter, a través de su filial, asumiese la totalidad del negocio bajo la marca Obsidiana. La entidad dispone de dos tipos de tarjeta: oro y platinum, y el cliente puede decidir cómo y cuánto paga cada mes (el abanico va desde el 3% hasta la totalidad del saldo dispuesto). 'Hemos utilizado el nombre y el color negro de esta piedra como elemento innovador, en la misma línea que Bankinter'.
Una vez explicada la esencia del negocio, Zapatero cuenta que su aversión a los tabiques le viene de su etapa como responsable de consumo, cuando decidió quitar las mamparas en su departamento y en el despacho que heredó de su antecesor. 'El único inconveniente es cuando tienes que hablar de gestión de personas, sobre todo si son temas confidenciales y requieres de cierta intimidad, pero para eso tenemos la sala de reuniones'.
Le gusta llegar temprano a trabajar, antes de que el reloj marque las ocho, aunque la mayoría de la plantilla llega sobre las diez en función de los horarios escolares. Y a las siete de la tarde suele irse a casa, aunque a veces se lleva tareas pendientes. A mediodía, le gusta escaparse a jugar al tenis o al pádel. 'Es importante que la faceta personal esté cubierta porque de esa manera rindes más en el trabajo'. De la actual crisis económica, asegura que no les está afectando de lleno, 'es cierto que la gente gasta menos, pero también es verdad que ofrecemos flexibilidad para mejorar los pagos; de hecho, queremos desterrar la parte negativa de los plazos, y lo que tratamos es de generar negocio y favorecer el consumo para contrarrestar el efecto negativo de la crisis'.
Asegura que lo peor de gestionar una compañía 'son los disgustos que te llevas con la gestión de recursos humanos, ya que todo lo que afecta a las personas es delicado'. Por otro lado, la mayor satisfacción es haber creado de la nada un negocio del que viven familias y poder influir en la mejora de la compañía y en la creación de un equipo responsable y profesional. 'Pero eso es cada vez más difícil, sobre todo cuando tienes una plantilla joven que tiene otras prioridades que no son el trabajo. Es complicado engancharles con la filosofía de la empresa'.
En 2008, Obsidiana tuvo una rotación del 5%. 'Es muy difícil, hoy día, gestionar las expectativas de la gente, aunque tenemos un programa de retención y de promoción de gente exitosa'.
Harvard tuvo la culpa
Su paso por la escuela de negocios de Harvard ha marcado su trayectoria profesional. Sobre su mesa de trabajo tiene un directorio de esta institución estadounidense. Gracias al libro de antiguos alumnos de Harvard se fraguó la relación entre Capital One y Bankinter, eligiéndole a él como su responsable. 'La persona que Capital One nombró para desarrollar el negocio de crédito al consumo en España era ex alumno de Harvard. Estaba identificando potenciales socios para implantarse en España entre diferentes instituciones financieras y, mirando en el libro de ex alumnos vio mi nombre, que figuraba como responsable de financiación al consumo en Bankinter, con lo cual usó el contacto del libro para iniciar conversaciones con nosotros. Y ahí nació todo'.Sobre una discreta estantería, al lado de un ventanal, tiene fotografías del primer viaje que realizó con su equipo a Washington o de las jornadas que realiza la plantilla dos veces al año fuera de Madrid.También guarda recuerdos de hitos conseguidos en el negocio, como un osito Teddy que editaron con motivo de haber llegado al millar de clientes. O dos camisetas de color negro con la palabra Obsidiana impresa, 'para que todo el mundo se empape del nombre'.