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La opinion del experto
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Una crisis muy relativa

Juan Mateo utiliza la Teoría de la Relatividad de Einstein para crear su propia fórmula y ayudar a los empresarios a enfrentarse a la situación económica actual, sacándole el mayor provecho posible.

En 1879, en la ciudad alemana de Ulm, nació Albert Einstein, sin ninguna duda, uno de los físicos más importantes de la historia. Su nombre es reconocido incluso por aquellos que son legos en dicha materia. Muchas personas serían capaces de decirnos que fue el autor de la Teoría de la Relatividad y de explicar que el postulado básico de la misma es que en el universo todo es relativo.

El paso del tiempo ha hecho que algunas afirmaciones de Einstein se hayan demostrado ciertas, que otras aún estén por demostrar en la práctica, y que alguna otra haya sido puesta en tela de juicio e incluso denostada. Esto demuestra, como era de esperar, que el genio alemán no era infalible, lo que le convierte, aún más, en un ser prodigioso.

Su afirmación de que todo es relativo, y que esa relatividad afecta a conceptos tan importantes como el espacio y el tiempo, abrió caminos de vital importancia para entender muchas oscuridades científicas. ¿Solamente científicas? Desde luego que no, y si no me creen, piensen un segundo en la crisis que nos afecta en el mundo económico. Las crisis económicas, y esta especialmente, son tan relativas como el espacio y el tiempo en donde se desarrollan. Depende de cómo (actitudes y aptitudes) y desde dónde nos enfrentemos a ellas para que signifiquen una u otra cosa en nuestra vida.

Por eso creo que, si seguimos al gran Einstein, podremos encontrar una fórmula que nos permita enfrentarnos a 'nuestra crisis' de la mejor manera posible. Así que les pido que volvamos, por un momento, a la Teoría de la Relatividad para repasar un efecto al que, en un principio, no se le dio la importancia que finalmente tuvo, y que no es otro que el que revela su famosa fórmula. En ella se establece un vínculo especialmente importante: el vínculo total que existe entre la energía de un cuerpo y su masa.

La fórmula de Einstein a la que me estoy refiriendo es: E = m x c2 (en la que E representa la energía; m, la masa, y c es la velocidad de la luz).

En ella se afirma que un solo kilogramo de materia equivale aproximadamente a toda la energía que se consume en la tierra en una hora. Obviamente, lo que todavía desconocemos es si podremos o no extraer algún día esa enorme energía almacenada en la materia. Bueno, pues muy interesante, pensarán ustedes. Pero ¿esto qué tiene que ver con la resolución de la crisis económica en la que estamos inmersos? Si me lo permiten, y me conceden el honor de seguir leyendo, intentaré demostrarles que esa fórmula contiene una información vital para intentar resolver el caos que se produce en tiempos de crisis.

Empecemos. Según el científico alemán, la masa y la energía están íntimamente relacionadas en la naturaleza. Pues bien, si eso es así, igualmente deberán estar relacionadas cuando hablemos del mundo empresarial, ya que éste no sólo está inmerso en la naturaleza, sino que, en sí mismo, es una selva inagotable.

Sin embargo, debemos redefinir los tres conceptos con el fin de ajustarlos a la realidad empresarial y hacer que la fórmula sea eficaz, es decir, que podamos aplicarla.

La primera variable de la fórmula es la masa (m), así que si tenemos que medirla en el mundo de la empresa, dicha masa debe tener una definición ad hoc. Por lo tanto, la masa física pasa a ser masa pensante (Mp). Dicho de otra manera, el número de personas de nuestra organización que piensan, o todos aquellos que no se limitan a ejecutar mecánicamente procesos o procedimientos sin poder o querer expresar su opinión.

Me imagino lo que algunos están pensando, que ese número suele ser un porcentaje pequeño del total. Aun estando de acuerdo con esa realidad (se reflexiona muy poco), también debemos admitir que la energía empresarial no sólo depende de la masa pensante, también lo hace de un segundo factor, tal y como ocurre en la fórmula de Einstein. Ese segundo factor, el multiplicador que desarrolla al máximo la energía, sería aquello que nos impulsa a la velocidad de la luz en la empresa, lo que nos hace superar las barreras del sonido, de la luz y de la competencia empresarial, y eso no es otra cosa que la creatividad (C, en la fórmula).

Llego a esta afirmación porque estoy seguro de que estarán de acuerdo conmigo si les digo que, por mucho que pensemos, si nuestro pensamiento no es creativo, no trae aparejado crear y desarrollar novedades, nuestra energía es infinitamente menor. Por lo tanto, y pidiendo todas las disculpas al gran Einstein, podríamos replantear su fórmula para el ámbito empresarial de la siguiente manera:

Ee = Mp x C2

Donde:

Ee = energía empresarial.

Mp = masa pensante (número de personas que piensan).

C = creatividad (expresada en una escala de 0 a 10).

De esta forma, si nuestra creatividad fuese valorada con un 10, multiplicaríamos por 100 el número de personas que apareciese en Mp, y eso nos proporcionaría una inmensa energía. Sin embargo, si nuestra creatividad fuese cero, nuestra energía sería cero por mucho que nos doliese. ¿Creen que estoy exagerando? Yo creo que no.

De nosotros depende dotar a nuestra empresa de suficiente energía para superar la crisis: provoque la reflexión creativa en el mayor número de personas posibles y tendrá tal energía que la crisis será una oportunidad única para obtener buenos resultados.

Juan Mateo. Presidente de Training Lab

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