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Bolsa de Nueva York

La fragilidad de la economía echa por tierra las ganancias semanales de Wall Street

Sin una tendencia clara. Los malos datos macroeconómicos dilapidaron los avances cosechados los primeros días de la semana y la Bolsa de Nueva York acumula una nueva semana de pérdidas. El Dow Jones cayó un 0,95% y queda en los 8.000 puntos.

Wall Street no encuentra rumbo. Lo que a inicios de la semana parecía una recuperación de la estabilidad, a finales se tornó en inestabilidad y aluvión de ventas. La necesidad de un aislamiento definitivo de los activos tóxicos y el continuo goteo de malos datos empresariales hicieron perder a todos los índices. El Standard and Poors perdió un 0,75% y cierra la semana en los 825 puntos, mientras que el tecnológico Nasdaq se depreció un 0,06% hasta los 1.476 puntos. El Dow Jones y el S&P 500 se dejan en lo que va de año más de 9%.

Despidos, rumores, malos resultados empresariales, caída de los índices macroeconómicos, así es complicado que alguna semana lo inversores se atrevan a comprar acciones. Pese a las subidas de las primeras sesiones de la semana, el protagonista de las jornadas del lunes y martes, fue el despido masivo. En concreto, las empresas norteamericanas anunciaron más de 40.000 despidos a causa de la falta de liquidez. Caterpillar, Pfizer y Home Depot fueron algunas de ellas y sus acciones se vieron afectadas por dichos anuncios. Pfizer fue la peor empresa de la semana al caer un 16,45%, mientras que la empresa de maquinaria pesada Caterpillar fue la segunda con un descenso del 13,49%.

En cuanto a los datos macroeconómicos, poca mejoría en la segunda semana de Obama como presidente. El mercado inmobiliario se sigue desacelerando de forma aguda y el stock de viviendas libres es cada vez mayor. La venta de casa nuevas cayó un 14,7% y quedo en el peor dato desde que se tiene consciencia de esta estadística.

A falta de que el viernes que viene se conozcan los datos definitivos de empleo en enero, la solicitudes iniciales de desempleo arrojaron un aumento de 3.000 personas, que mejora lo previsto por la mayoría de analistas de Nueva York. Otro de los índices más maltrechos por la crisis es la confianza del consumidor, que bajó hasta los 37,7 puntos en enero y se sitúa en el nivel más bajo desde 1967. El dato muestra la baja demanda del consumidor norteamericano, que empieza a dejar de gastar dinero por temor a la recesión.

Por su parte, las empresas presentaron resultados con más sombras que luces. El beneficio de la química DuPont cayó un 32,8% en 2008, lo que se traduce en un pérdida de ingresos de 2.007 millones de dólares. La empresa de automóviles Ford, que se niega a ser recapitalizada por el Tesoro perdió 14.571 millones de dólares en 2008, lo que le obligará a frenar su producción en sus plantas de fabricación de todo el mundo.

El ámbito político cambia poco a poco con la llegada de Geithner a la secretaria del Tesoro y parece que se acerca una solución definitiva para los activos tóxicos de la banca. El sector financiero siguió en su montaña rusa particular y arrastró al resto de valores a las pérdidas, para liderar las ganancias al final de la semana. La esperanza de que el Gobierno defina la creación de un banco basura que acumule los activos tóxicos dio esperanzas a la banca, que esquivó las pérdidas finalmente.

American Express ganó un 4,62%, Bank of America un 5,61% y Citigroup un 2,31%. El único banco del Dow Jones sin participaciones del Gobierno continúa capeando el temporal y cerró con ganancias la semana, JPMorgan se apuntó un 5,07%.

En cuanto al mercado del crudo en EE UU, el precio del petróleo Texas cayó 4 dólares en la semana y se sitúa en los 41,71 dólares por barril

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