Tributos acelera los trámites para transponer las directivas de IVA que se aplicarán en 2010
La Dirección General de Tributos está acelerando los trámites de transposición de tres importantes directivas de la Unión Europea -conocidas como paquete IVA- que persiguen simplificar la siempre compleja legislación de la fiscalidad indirecta.
El subdirector general de Impuestos sobre el Consumo, Eduardo Verdún, aseguró ayer en un acto organizado por Ernst & Young que Tributos enviará los borradores de las transposiciones al Consejo de Estado en marzo con el objetivo de que el Consejo de Ministros pueda aprobarlos entre mayo y junio e inicien la tramitación en el Parlamento antes del verano.
La primera de las directivas simplifica las devoluciones fiscales de aquellos empresarios que soportan IVA en otro Estado miembro. Verdún puso el ejemplo de un empresario español que soporta IVA francés durante un viaje de negocios en París. Actualmente, para obtener la devolución, se debe presentar una declaración ante las autoridades franceses. La nueva normativa permitirá que -siguiendo con el ejemplo- el empresario español pueda pedir la devolución a la Agencia Tributaria española y que sea ésta quien realice la gestión ante las autoridades francesas.
La segunda directiva modifica las normas -actualmente muy complejas- que determinan dónde tributa el IVA en la prestación de servicios entre contribuyentes de distintos Estados miembros. La directiva europea establece que, por regla general, cuando un servicio lo presta un empresario para otro empresario, el IVA tributará 'en destino'. Y cuando se dirija a una persona física, se aplicará el IVA en origen. Por ejemplo, si un despacho de abogados madrileño da un servicio a una empresa de Londres, tributará en el Reino Unido. En cambio, cuando el servicio se dirige a una persona física, se aplicará el IVA del país de la compañía que presta el servicio.
Tributos también trabaja en una tercera directiva, de menor calado, que aumenta las obligaciones de información sobre la compraventa de bienes intracomunitarios. Por otra parte, la Comisión Europea propuso ayer implantar un sistema de facturación de IVA totalmente electrónico, lo que, según sus cálculos, permitiría ahorrar a las empresas comunitarias hasta 18.000 millones de euros.