Transparencia urgente y saludable
Las malas noticias ligadas a entidades financieras se suceden con la certeza de que aún no han terminado. El periodo de presentación de resultados del cuarto trimestre y cierre de año acaba de empezar y serán muchos los bancos que enseñen pérdidas. Sin embargo, la publicidad de las cuentas tendrá la virtud de enfocar la fotografía sobre cuál es la situación de cada entidad. Los mercados ya han descontado que el profundo deterioro económico y financiero de los últimos meses del año ha pasado factura a la banca. Sin embargo, persisten las dudas sobre la profundidad y extensión de las heridas y los inversores han castigado al sector con fuertes caídas.
Numerosas entidades han adelantado sus previsiones de resultados con el fin de parar el desgaste en Bolsa. Ayer le tocó el turno a la británica Barclays -que cierra el año con beneficios y reconoce provisiones por 8.000 millones-; la holandesa ING -con pérdidas por 1.000 millones de euros, 7.000 despidos y el acuerdo para que el Gobierno garantice el 80% de sus activos estropeados-, y la gala BNP -que obtendrá beneficios para el conjunto del año, aunque registró fuertes pérdidas el cuarto trimestre-. æpermil;stos se suman, entre otros, a Royal Bank of Scotland o Deutsche Bank, que también han adelantado su anuncio de malos resultados.
Los mercados, sin embargo, premiaron ayer a la banca con subidas. La decisión de Barclays de no volver a ampliar capital sentó bien a los inversores. Pero sobre todo gustó el ejercicio de transparencia en parte del sector. Cuanto antes se conozca su situación, antes volverá la confianza y se normalizará el mercado interbancario.
Es seguro que va a continuar el goteo de malos resultados y de más activos deteriorados. Y que previsiblemente la recesión de la economía mundial convertirá todavía mucha deuda sana en morosa. Por eso urge la afloración de todos los activos-basura para su inmediato reciclado, un objetivo que se marcó en la Cumbre de Washington para llegar a la de Londres con los deberes hechos. Porque cada día de retraso en la limpieza es un día de empeoramiento en los balances.