Freno en la población activa
Con las estimaciones de la encuesta de población activa (EPA) del cuarto trimestre de 2008, el empleo que, después de dos años de alcanzar cifras superiores a los 20 millones de personas, se sitúa por debajo de esa cifra, disminuye en términos intertrimestrales en casi medio millón de personas (-489.600) y en términos interanuales en más de 600.000 personas (-620.100), lo que supone una tasa de variación interanual del -3%, similar a la de las afiliaciones a la Seguridad Social del cuarto trimestre (-3,4%), pero 2,2 puntos porcentuales más negativa que el trimestre precedente y 5,4 puntos menos que un año antes.
A este fuerte descenso del empleo se añade el mantenimiento de un acusado crecimiento de la población activa, sobre todo en mujeres e inmigrantes, lo que contradice la evolución anticíclica de esta variable de periodos anteriores, al aumentar en 119.600 y 660.200 activos en relación con el tercer trimestre y con el mismo trimestre del año anterior, respectivamente. La tasa de variación interanual, el 2,9%, es igual a la del trimestre precedente y dos décimas más que la del cuarto trimestre de 2007.
Como consecuencia del notable aumento de la población activa y del acusado descenso del empleo, en el cuarto trimestre de 2008 el número de parados estimado por la EPA supera la cifra de 3.200.000 (3.207.100) y la tasa de paro casi alcanza el 14%, el 13,9%, valores que son los más altos desde el segundo trimestre de 1998, en el primer caso, y desde el segundo trimestre de 2000, en el segundo. En concreto, la tasa de paro del cuarto trimestre supera en 2,6 puntos a la del trimestre precedente y en 5,3 puntos a la de un año antes.
El número de parados se obtiene tras un incremento intertrimestral superior a 600.000 personas (609.100), que si se desestacionalizan los datos se mantiene muy elevado (500.100). Este elevado aumento intertrimestral se añade a los incrementos que venían produciéndose a lo largo del año, por lo que en cifras interanuales el aumento se acerca al 1,3 millones de parados (1.280.300), lo que representa una tasa de variación interanual del 66,4%, que supera en 21,4 puntos porcentuales la del tercer trimestre y en 59,9 puntos la del cuarto trimestre de 2007. Los incrementos del paro del cuarto trimestre son los máximos históricos de la serie de la EPA.
Asimismo, el incremento interanual del paro de la EPA es muy superior al del paro registrado en las oficinas públicas de empleo en la media del cuarto trimestre de 2008, tanto en cifras absolutas como en relativas, al crecer este último tipo de paro en 887.900 personas en las primeras cifras y en el 42,5% en las segundas. Como consecuencia del mayor incremento del paro de la EPA que el del paro registrado, la cuantía del primero supera a la del segundo en el cuarto trimestre de 2008 en más de 200.000 personas (229.100), lo contrario de lo que había venido ocurriendo desde el primer trimestre de 2005 hasta el primero de 2008, cuando la cifra más alta era la del paro registrado.
Del análisis efectuado se deduce que el aumento del paro en el cuarto trimestre en términos intertrimestrales (609.100) se explica en mayor medida por el descenso del empleo (489.600) que por el aumento de la población activa (119.600), aunque el aumento del paro en términos interanuales (1.280.300) se explica prácticamente en la misma medida por el crecimiento de la población activa (660.200) que por la reducción del empleo (620.100).
Si el análisis se efectúa por sexo y nacionalidades, el aumento interanual del paro es superior en los hombres que en las mujeres y en los extranjeros que en los nativos.
El mayor crecimiento del paro de los hombres (92,1%) que el de las mujeres (44,9%) se explica por la evolución más negativa del empleo de los primeros (-5,5%) que la del empleo de las segundas, que incluso aumenta ligeramente, el 0,4%, lo que neutraliza el menor crecimiento de la población activa masculina (1,2%) que la femenina (5,3%).
Por el contrario, el mayor avance del paro de los extranjeros (91,2%) que el de los nativos (59,8%), que sitúa la tasa de paro en el 21,3% y 12,5%, respectivamente, se corresponde con un avance de la población activa muy superior en los primeros (11,3%) que en los segundos (1,5%), lo que contrarresta la evolución más positiva del empleo de los extranjeros, que prácticamente se mantiene estable, que la de los autóctonos, que se reduce el 3,5%.
Para finalizar, y desde la perspectiva del empleo, cabe destacar, además del fuerte descenso en tasa interanual del empleo en la construcción y la industria (-20,7% y -7,2%, respectivamente), la concentración de la reducción del empleo de los asalariados en los contratados temporalmente, que en el cuarto trimestre disminuyen en términos interanuales en casi 700.000, cuando el empleo de los contratados indefinidamente aumenta todavía en casi 100.000. Ello explicaría la caída de la tasa de temporalidad, hasta situarse en el cuarto trimestre en el 27,9%, la más baja desde el primer trimestre de 1990 e inferior en 1,6 y 3 puntos a la del tercer trimestre de 2008 y cuarto trimestre de 2007, respectivamente.
Precisamente, la flexibilización del empleo que permite en España la importancia de la contratación temporal explica, al menos en parte, las mayores fluctuaciones del empleo que en otros países, crecimientos más intensos en las expansiones y descensos más acusados en las recesiones, lo que significa que las empresas españolas hacen frente a la crisis principalmente con ajustes del empleo y no de horas de trabajo, como puede ocurrir en otros países.
José Ignacio Pérez Infante. Profesor asociado de Mercado de Trabajo en España en la Universidad Carlos III