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Relevo en la Casa Blanca

El mayor déficit en 50 años en EE UU

Más paro y recesión marcan la herencia recibida de Bush.

La herencia económica que recibe Barack Obama es tan excepcional como su elección al frente de la Casa Blanca. Los números asustan. Si tradicionalmente la economía de Estados Unidos se ha permitido un déficit presupuestario y por cuenta corriente de envergadura, el desequilibrio alcanzado en los últimos años es histórico. En el caso del déficit fiscal, la Oficina Presupuestaria del Congreso de EE UU augura un desfase entre ingresos y gastos que este nuevo año alcanzaría 1,2 billones de dólares (el 8,3% del PIB), cifra no vista desde los años 50, posteriores a la II Guerra Mundial. Lejos quedan los 236 millones de superávit fiscal obtenidos por la administración Clinton en 2000.

Los últimos años de Bush se han caracterizado por el uso de la billetera para financiar los ingentes gastos militares, sobre todo en Irak y Afganistán.

El mayor problema reside ahora en que la economía norteamericana no es capaz de generar los recursos suficientes para que ese déficit no se dispare. La demanda de los hogares se desacelera, presa de su endeudamiento (97% del PIB), y la actividad industrial, otro de sus puntos fuertes, hace aguas. En este contexto la recesión está asegurada. La Oficina Presupuestaria prevé que este año el PIB caiga un 2,2% y, lo que es peor que la tasa de paro alcance el 8,3% de la población activa, algo considerado inusual en la economía más flexible del planeta, capaz de recolocar a sus desempleados en otros sectores en un tiempo récord. De momento, el paro ha cerrado 2008 aumentando hasta el 7,2% el peor dato en 15 años.

Ni siquiera un dólar debilitado frente al euro y el yen sirve para aliviar el déficit comercial (700.000 millones hasta octubre), ante la pujanza industrial de Japón o la emergente de China o India.

Por si fuera poco, la crisis bancaria, iniciada con las hipotecas subprime (de alto riesgo), y extendida por el colapso de la banca de inversión ahoga al sistema financiero y enfría las posibilidades de un pronta recuperación. La propia Reserva Federal cuenta con que la recesión sea más larga de lo esperado hace sólo seis meses.

La ayuda a los bancos para salvar sus cuentas, aprobada por la administración saliente (700.000 millones de dólares) y el macropaquete de ayuda fiscal (inversiones y rebaja de impuestos) que planea Obama vienen a elevar aún más la presión sobre el presupuesto.

Mientras eso ocurre, el Departamento del Tesoro ha pedido informes mensuales a los bancos que han recibido capital del plan gubernamental de rescate. El objetivo es aumentar la transparencia y presionar a las entidades financieras para que trasladen la liquidez cuanto antes al resto de la economía. El descenso de los tipos de interés al umbral de entre el 0,25% y el 0% decidida por la Reserva Federal debería echar una mano a la inversión empresarial y el consumo de los hogares. Sin embargo, la sombra de la deuda es alargada. Sólo hasta el tercer trimestre de 2008 alcanzaba el 342% del PIB.

Retos económicos y políticos

Estímulo de la economía. El principal objetivo. Su plan de ayuda ronda los 800.000 millones de dólares entre recortes de impuestos y estímulo a la inversión. Necesita del beneplácito del Congreso. Se sumaría a la ayuda pública a la banca, ya aprobada. La Reserva Federal ya ha indicado que el plan fiscal puede quedarse corto ante el grave deterioro de la economía y el paro.Sanidad para todos. Obama ha prometido reformar el sistema de salud para que la cobertura llegue al máximo posible. En la actualidad millones de norteamericanos no disponen de seguro médico porque no pueden pagarlo.Industria. El plan de ayuda incluye subvenciones a los sectores empresariales más desfavorecidos entre los que se encuentra la industria, en especial la automovilística.Medio ambiente. Estímulo de las energías renovables y reducción progresiva de la contaminación.Política exterior. Salida ordenada de las tropas de Irak, cierre de Guantánamo y reconducción del conflicto en Oriente Medio. Todo bajo un giro de política que ponga fin al 'unilateralismo' de la administración Bush. Ello implica, no obstante, mantener la lucha 'implacable contra el terror'.

Opiniones y esperanzas en el nuevo líder

J. L. R. Zapatero. Presidente del Gobierno español. 'Puede acelerar la recuperación'. 'Si Obama genera confianza podremos ver una recuperación económica más rápida', defiende José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del Gobierno siguió por televisión la ceremonia de investidura de Obama.Angela Merkel. Canciller de Alemania. 'Supondrá el fin del unilateralismo'. La canciller alemana, Angela Merkel, está convencida de que la llegada de Obama 'supondrá el fin de las actuaciones unilaterales' de Estados Unidos. Merkel considera que 'un sólo país no puede resolver los problemas del mundo'.Gordon Brown. Primer ministro de Gran Bretaña. 'Compartimos muchos valores'. Desde el número 10 de Downing Street, Gordon Brown destaca que su Gobierno comparte 'muchos de los valores' que defiende Obama. El primer ministro británico abogó por trabajar estrechamente con EE UU ante los 'grandes desafíos globales'.Jean-Claude Juncker. Presidente del Eurogrupo. 'Usará su energía en salir de la crisis'. 'Obama utilizará una gran energía en conducir a los estadounidenses y, en cooperación con otros, al resto del mundo a una salida de la crisis económica global', sostiene el presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker.Nicolas Sarkozy. Presidente de Francia. 'Quiero cambiar el mundo con él' . El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aseguró que está 'deseando' que Obama comience a trabajar para 'cambiar el mundo con él'. La oposición socialista asegura que la llegada de Obama 'pondrá a Sarkozy en su sitio'.

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