Obama no espera ni un segundo
En el mismo segundo en que Barack Obama juraba, serio y contenido, su cargo como presidente de Estados Unidos, la web de la Casa Blanca http://www.whitehouse.gov/ se transformaba y, junto al primer plano del nuevo mandatario, decía: “El cambio ha llegado a la Casa Blanca”. Todo un símbolo... y no sólo por la rapidez.
La siguiente imagen --dos obreros negros con atuendo de trabajo que hablan con Obama— decía “Revitalizando la Economía”. Las otras dos grandes fotos eran una fachada de la Casa Blanca, a la que se da la bienvenida al visitante, y la imagen de Obama, su esposa y sus dos hijas colaborando, en la calle, en un programa de ayudas comunitarias asistenciales.
En el mismo momento en que esto ocurría, dos docenas de personas dejaron la ceremonia en el Capitolio para encaminarse a la Casa Blanca y ponerse manos a la obra… a tomar decisiones. Es todo un síntoma, que se podría manifestar más claramente con el cierre inmediato de la cárcel de Guantánamo. Ojala sea ese el espíritu: manos a la obra y sin perder un segundo.
Del discurso de Obama hay que destacar la petición para que se inicie “una nueva era de responsabilidad”, con los valores fundamentales de siempre, las “verdades”, como bandera: el trabajo duro, la honestidad, el valor, la justicia, la tolerancia y el patriotismo. Nadie habla aquí de comodidades.
Sobre la economía, su prioridad en el inicio de su mandato: “Nuestra economía está muy debilitada, como consecuencia de la avaricia y la irresponsabilidad por parte de algunos, pero también por el fracaso colectivo en tomar las decisiones difíciles y preparar a la nación para una nueva era”. Se requiere una acción “atrevida y rápida” y “construiremos las carreteras y los puentes, las redes eléctricas y las líneas digitales que alimentan nuestro comercio y nos unen”.
Y sobre la política exterior: “Tenemos obligaciones con nosotros mismos, nuestra nación y el mundo”. Un cambio radical frente a George W. Bush: “A todos los pueblos y Gobiernos que nos están viendo hoy, desde las mayores capitales al pequeño pueblo donde nació mi padre [en Kenia]: Sabed que Estados Unidos es un amigo de cada nación y cada hombre, mujer y niño que busca un futuro de paz y dignidad, y que estamos listos para ser líderes una vez más”. Es decir: bienvenido de nuevo el multilateralismo. Y un mensaje nítido y de distanciamiento del pasado: “Nuestro poder sólo no nos puede proteger, ni nos da derecho a hacer lo que nos plazca”.
Seguramente es un momento histórico, “un momento que definirá a esta generación”. Pero que no pierda ni un segundo.