El Gobierno ampliará la ayuda a los parados sin cobertura
La rapidez con la que se destruyen puestos de trabajo y el progresivo vencimiento de la cobertura por desempleo ha llevado al Gobierno a plantearse la concesión de ayudas a los parados con cargas familiares, respondiendo así a una de las principales reivindicaciones que los sindicatos le han trasladado al Ministerio de Trabajo en los últimos meses.
El titular de Trabajo, Celestino Corbacho, tiene hoy una difícil papeleta en su comparecencia ante el Congreso. Los parados ya suman más de tres millones, el primer partido de la oposición ha hecho de este problema uno de los ejes centrales de su discurso y los sindicatos reclaman medidas urgentes para ampliar la cobertura por desempleo en un momento en que el déficit se ha disparado. Esta última reivindicación ha ocupado un lugar preferente en las discusiones del Gobierno dentro del criterio establecido por José Luis Rodríguez Zapatero de que ninguna familia en dificultades será abandonada a su suerte.
Con esta intención, el Ejecutivo se ha planteado la concesión de ayudas a los parados que ya no puedan acogerse a la cobertura por desempleo por haber agotado las prestaciones previstas en la ley. Estas ayudas se concederán atendiendo a las cargas familiares, tema sensible donde los haya, y complementarán las subvenciones que algunas comunidades autónomas ya han establecido para paliar situaciones cercanas a la pobreza. En la actualidad, perciben prestaciones por desempleo cerca de dos millones de parados, lo que dispara el nivel de cobertura por encima del 65%, un techo nunca alcanzado hasta ahora. Desde que Zapatero ganó sus primeras elecciones en 2004, estas prestaciones han aumentado un 20%, hasta alcanzar una media de 819 euros mensuales. La mayor parte de estas prestaciones están financiadas con cotizaciones.
Las prestaciones actuales por desempleo pueden tener una duración de entre cuatro y 24 meses, dependiendo del tiempo que el trabajador haya cotizado. Alrededor de un millón de parados carece ahora de cobertura y se calcula que para el verano esta cifra puede haberse incrementado en más de 300.000, un aspecto que ya ha sido analizado con la lógica preocupación dentro del Gobierno y de la dirección del PSOE.
Con motivo de la red de protección promovida por el Gobierno para ayudar al sistema financiero, que volverá a ser testada por Zapatero y los máximos responsables de las entidades antes de fin de mes, se han levantado algunas voces en los sindicatos amenazando con movilizaciones en el caso de que este tipo de ayudas no se compensen con la ampliación del auxilio a los parados sin protección. Estas advertencias han acelerado el debate interno en el Ejecutivo.
Zapatero gana tiempo para ir al Congreso
El PP no logró ayer su objetivo de obligar a comparecer al presidente del Gobierno en el Congreso en sesión extraordinaria para rendir cuentas sobre la evolución del empleo. Los grupos que en un principio acompañaron a los populares en esta emboscada parlamentaria se dejaron seducir por el PSOE en el último minuto y accedieron a que Zapatero acuda a la Cámara Baja el 10 de febrero, dentro del primer pleno ordinario del nuevo periodo de sesiones.La marcha atrás de ERC, IU y el BNG, entre otros, dejó en una situación incómoda al PP, que también vio frustrado su intento de obligar al vicepresidente Pedro Solbes a comparecer con urgencia para explicar el nuevo modelo de financiación. 'Solbes ha resuelto su sudoku, ahora le toca al PP resolver el suyo', afirmó la portavoz socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero.