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Medidas contra la crisis

Bernanke duda de la efectividad del plan de Obama

El presidente de la Reserva Federal de EE UU (Fed), Ben Bernanke, ha afirmado hoy que el plan de estímulo fiscal promovido por el presidente electo, Barack Obama, no permitirá un crecimiento duradero si no cuenta con medidas para estabilizar y fortalecer el sistema financiero.

"La Fed hará su parte para fomentar la recuperación económica, pero serán necesarias también otras medidas", ha dicho Bernanke en un discurso pronunciado en la Escuela de Economía de Londres (LSE). "La Administración entrante y el Congreso están discutiendo un sustancial paquete de estímulo fiscal que, de ser aprobado, podría proporcionar un impulso significativo a la actividad económica", añadió.

No obstante, el presidente de la Fed mostró sus dudas respecto a la efectividad a largo plazo del programa e indicó que "es improbable que las medidas fiscales promuevan una recuperación duradera, a no ser que estén acompañadas por fuertes medidas encaminadas a la estabilización y el fortalecimiento del sistema financiero".

De este modo, Bernanke indicó que las decisiones adoptadas tanto por EEUU como por otros países para fortalecer el sistema financiero el pasado otoño permitieron evitar un "desplome financiero global".

No obstante, el máximo responsable de política monetaria de EEUU señaló que el empeoramiento de las condiciones pueden hacer necesarias nuevas inyecciones de capital, así como nuevas garantías que aseguren la estabilidad y la normalización de los mercados de créditos.

Asimismo, el presidente de la Fed reconoció el grave problema que representan los activos tóxicos en el balance de las diferentes instituciones, puesto que incrementan la incertidumbre respecto a la situación de éstas y frenan el interés de los inversores privados.

A este respecto, Bernanke volvió a poner sobre la mesa la posibilidad de que el Tesoro pudiera incorporar a las actuales inyecciones de capital un plan para adquirir los activos 'toxicos' que éstas cuentan en sus balances, lo que supondría un nuevo cambio en el enfoque del plan de rescate aprobado el pasado mes de octubre.

"Pueden tomarse en cuenta muchas aproximaciones", apuntó Bernanke al referirse a la idoneidad de que el Tesoro retome ahora el enfoque inicial del plan de rescate. "Las compras públicas de activos problemáticos son una posibilidad; otra es proporcionar garantías de activos", afirmó.

La Fed marcqa distancias con la crisis japonesa

Por otro lado, Bernanke aprovechó su intervención en la LSE para diferenciar la respuesta adoptada por el banco central de EEUU, que definió como 'alivio crediticio', frente a la puesta en práctica por su homógo japones entre 2001 y 2006, conocida como 'alivio cuantitativo', para hacer frente a la crisis que asoló la economía nipona.

"La aproximación de la Fed para respaldar los mercados de crédito es conceptualmente distinta al 'alivio cuantitativo' del Banco de Japón", dijo Bernake, quien, sin embargo, reconoció que ambas políticas se asemejan en el aspecto de que suponen una expansión del balance del banco central.

Asimismo, el presidente de la Fed descartó que la respuesta de la institución ante la crisis, que numerosos analistas han calificado como 'imprimir dinero', pueda provocar una reacción inflacionista, puesto que por el momento la ralentización y la debilidad de la economía global reduce los riesgos inflacionarios a corto plazo y apunta a una mayor moderación en los próximos meses.

"En algún momento, cuando los mercados de crédito y la economía hayan empezado la recuperación, la Fed deberá dar marcha atrás en varios de sus programas de préstamo", dijo Bernanke, quien señaló que este proceso debería producirse "automáticamente", puesto que la mejoría de los mercados haría que las entidades redujeran sus necesidades de recurrir a la financiación de la Fed, puesto que las condiciones de estas líneas de financiación resultarán "cada vez menos atractivas" a medida que las condiciones se normalicen.

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