Los Estados, en primera línea contra la crisis

Alemania trabaja, Francia y Reino Unido reflexionan. Los principales Estados europeos se aprestan una vez más a volar masivamente en ayuda de sus economías (...). El objetivo es para todos el mismo: reabrir con urgencia el grifo del crédito con el fin de evitar la asfixia a numerosas empresas en busca de financiación para pasar la crisis o desarrollar su actividad.

Cuatro meses después de la quiebra de Lehman Brothers, hay que rendirse a la evidencia. Si eran necesarios, los planes masivos de recapitalización de los bancos y de apoyo a la economía decididos a finales de 2008 no son suficientes para reactivar la máquina. A pesar de los esfuerzos desplegados, los bancos siguen muy prudentes en su política de concesión de créditos. Incluso si la situación difiere sensiblemente de un país a otro, la tendencia es en todas partes la misma (...). Los bancos se cuidan más de preservarse que de responder a las demandas de las empresas (...).

Para evitar quiebras en cascada, los Estados no tienen elección. Deben tomar medidas susceptibles de reactivar el crédito rápidamente. Lo que necesita sin falta nuevas inyecciones de dinero (...). El problema es que los nuevos planes se añaden a los ya lanzados en 2008. Y la suma comienza a ser desorbitada.

François Vidal, en Les æpermil;chos, París