El visto bueno del Ejecutivo comunitario está supeditado a la cesión gratuita por parte de ambas empresas de una serie de 'slots' derechos de despegue y aterrizaje- en los aeropuertos de Barcelona y Madrid y en otros aeropuertos europeos con el fin de resolver los problemas de competencia que la concentración podría provocar en 19 rutas españolas y europeas.
La Comisión Nacional de Competencia (CNC) de España había solicitado a Bruselas que dejara en sus manos una parte del examen de esta fusión, pero posteriormente retiró la petición.
La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, declaró que "los compromisos asumidos por Iberia permitirán a otras compañías aéreas iniciar nuevas rutas o ampliar sus servicios en competencia con la entidad resultante de la concentración".
"Mi prioridad es garantizar que la consolidación de líneas aéreas no se traduzca en precios más elevados y en servicios reducidos, de forma que los consumidores puedan seguir disfrutando de los beneficios de la liberalización del transporte aéreo en la UE", dijo en un comunicado.
La investigación del Ejecutivo comunitario puso de manifiesto que la concentración, tal y como se notificó inicialmente, "planteaba serias dudas de compatibilidad con el mercado único al amenazar con restringir la competencia o incluso favorecer la creación de un monopolio en 19 rutas españolas o con destino a otros países europeos (en particular, Italia, Francia y Grecia) utilizadas por casi cinco millones de pasajeros al año".