Rusia se niega a restablecer el suministro de gas a la UE
Rusia se negó ayer a restablecer el suministro de gas a la UE a través de Ucrania después de toda una jornada de negociaciones en Bruselas. La decisión marca una escalada en el desafío político de Moscú y deja a varios países en una dramática situación de desabastecimiento.
Las negociaciones entre Rusia y Ucrania orquestadas por las instituciones comunitarias en Bruselas fracasaron ayer estrepitosamente. 'No puedo decir una fecha para el restablecimiento del suministro', se rindió el comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, al término de todo un día de presión sobre las dos partes implicadas en la llamada guerra del gas.
Las negociaciones se rompieron al filo de las seis de la tarde cuando la delegación rusa, con el presidente de Gazprom, Alexei Miller al frente, dejó claro que no aceptaba los términos del acuerdo de paz negociado en la capital comunitaria.
Los representantes ucranianos habían firmado poco antes un armisticio que hubiera permitido restablecer el suministro tan pronto como un equipo de observadores internacionales verificase sobre el terreno el flujo de los gasoductos que transportan el gas ruso a través de Ucrania.
Pero Moscú, que había exigido esa vigilancia neutral como condición previa para el restablecimiento del suministro, reclamó que expertos rusos formaran parte de la misma. La UE se plegó a esa exigencia pero Kiev la consideró inaceptable. Moscú rompió entonces las conversaciones.
Esa ruptura marca una escalada en la tensión política entre Rusia y la UE que puede deteriorar gravemente las ya difíciles relaciones entre los dos bloques. El primer ministro checo, Mirek Topolanek, actual presidente de la UE, tenía previsto anoche telefonear a su homólogo ruso, Vladimir Putin, para intentar resolver el conflicto. Pero las posturas parecen muy alejadas y Praga, con un gobierno beligerantemente atlantista, no parece la capital mejor colocada para negociar.
Ante el corte indefinido del suministro, la UE ha convocado el próximo lunes una reunión extraordinaria de sus ministros de Energía, para estudiar posibles medidas de represalias o mecanismos de solidaridad entre los socios comunitarios. Y Bruselas enviará a territorio ucraniano su misión de observadores, aunque su labor resulte inútil mientras el Kremlin no vuelva a a abrir el grifo.
Cientos de miles de europeos sin calefacción
El corte total del suministro de gas ruso a través de Ucrania afectó ayer a 16 países europeos. La situación es ya especialmente dramática en los países con menos fuentes de energía propia o menos capacidad de almacenamiento, como Bosnia, Serbia o Macedonia. En las ciudades serbias de Novi Sad y Pancebo, más de 120.000 habitantes en total amanecieron ayer sin calefacción, según informó la agencia Efe. En la misma situación se encontraban varias ciudades bosnias, entre ellas, Sarajevo. Dentro de la UE el país más castigado es Bulgaria donde, según un eurodiputado de ese país, el gélido escenario parece propio del cerco de Estalingrado durante la Segunda Guerra Mundial. En Eslovaquia, Kia y Peugeot han tenido que parar la fabricación de automóviles.