El temor a que empeore la situación económica dispara el ahorro de las familias

La crisis económica tiene como resultado negativo más impactante la escalada del desempleo, aunque la incidencia de la depresión se deja notar en un amplio abanico de indicadores. Uno de ellos, el ahorro de las familias, refleja bien a las claras el aumento de la precaución de los hogares con vistas a una posible complicación de sus dificultades económicas. Según las cifras publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística, la tasa de ahorro familiar repuntó en el tercer trimestre de 2008 hasta el 11,9% de la renta disponible, sumando para el cálculo los últimos cuatro trimestres disponibles (dada la fuerte estacionalidad de la variable). Se trata de la segunda subida consecutiva, lo que acumula cerca de dos puntos de avance en apenas un semestre.

Si se toma únicamente como referencia el tercer trimestre, la tasa alcanzó el 9,6%, con una subida de 5,1 puntos respecto al mismo periodo del año anterior.

Según el INE, los hogares presentaron entre julio y septiembre una necesidad de financiación de 4.195 millones de euros, equivalente al 1,6% del PIB. El año anterior, las necesidades financieras de las familias ascendían a un 6,7% del PIB. También las empresas no financieras recortaron sus necesidades, desde un 13,2% del PIB hasta el 8%. Las administraciones púbicas presentaron una necesidad de financiación de 3.071 millones (1,2% del PIB), un déficit que no se presentaba desde 2000 en el tercer trimestre.

El conjunto de la economía requirió capital extranjero por valor del 8,5% del PIB, 1,7 puntos menos que el año anterior. He ahí una noticia económica positiva derivada de la crisis: el déficit corriente de la economía española tiende a moderarse.