El ex presidente de la patronal inmobiliaria de EE UU admite su parte de culpa en la crisis
El ex presidente de la asociación nacional de agencias inmobiliarias de Estados Unidos, David Lereah, ha reconocido que cuando a principios de 2006 aseguró que "la burbuja de la vivienda no va a explotar", manipuló la información forzado por su cargo. "Me equivoqué", asegura ahora, dos años después de animar a los norteamericanos a endeudarse para comprar una casa bajo la aparente premisa de que las casas no iban a perder valor, un extremo que la crisis se ha encargado de demostrar que es falso.
"Trabajaba al frente de una organización encargada de promover la construcción de viviendas, y era mi obligación representar sus intereses. Si se observan ahora mis previsiones, estos cálculos no distaban mucho del resto de proyecciones sobre el sector. La diferencia es que yo los presenté centrándome en darles un toque positivo, lo que era fácil durante el boom, pero más difícil de sostener cuando las cosas empezaron a ir peor. Sin embargo, nunca pensé que todo el sistema hipotecario se iba a ir al traste", admite Lereah en una entrevista publicada en Money Magazine preguntado sobre el título de un libro que publicó en 2006 titulado "Por qué el boom de la vivienda no va a explotar y cómo puedes rentabilizarlo".
Hace un año y medio, reconoce el ahora consultor privado, su opinión sobre el sector inmobiliario empezó a cambiar. Tanto que, incluso, ahora apuesta porque los precios de la vivienda seguirán cayendo ante el exceso de oferta y la acumulación de stock, el deterioro económico y las restricciones de crédito que, de alguna manera, él mismo provocó al animar a los estadounidenses a endeudarse para comprar una casa consciente de que la burbuja inmobiliaria tenía un final. "Va a tener que pasar mucho tiempo para volver a los altos precios que hemos visto en el mercado de la vivienda", asegura.