British confía en cerrar su fusión con Iberia tras fracasar la unión con Qantas
British Airways mantiene la puerta abierta a su fusión con la española Iberia. Así lo aseguraba ayer el consejero delegado de la aerolínea británica, Willie Walsh, en un encuentro con la prensa.
Tras el fracaso de las negociaciones con la australiana Qantas, el máximo responsable de la compañía también manifestó su confianza en el acuerdo de colaboración con la estadounidense American Airlines.
'Tengo confianza en ambas propuestas', aseguraba Walsh, pese a reconocer que si ambas negociaciones fracasaran 'no sería un gran problema' en el contexto actual del sector, en el que un gran número de aerolíneas sufren las consecuencias de la crisis. Según el máximo responsable de British Airways, 'no hay falta de aerolíneas potencialmente objeto de compra'.
'Recibo constantemente llamadas telefónicas de directivos que me dicen: 'por favor, cómprenos'. Tenemos que ser selectivos', apuntó. Además, se mostró convencido de que 'todavía habrá más víctimas de la crisis entre las aerolíneas'.
Según el consejero delegado de la aerolínea británica, las operaciones en las que está involucrada la empresa no tienen porqué conllevar un recorte de los derechos de vuelo de la aerolínea.
Además, Willie Walsh asegura que las discusiones con Iberia han dado un paso adelante, ya que la empresa presidida por Fernando Conte ha comprendido la situación de déficit que atraviesa el plan de pensiones de la compañía. El último informe anual de British Airways, correspondiente al ejercicio fiscal marzo 2007-marzo 2008, reconocía un déficit en el balance del plan de pensiones de su plantilla de 437 millones de libras (unos 481,7 millones de euros).
Nueva reunión con los pilotos
Después de cancelar más de 500 vuelos y de expedientar a 41 pilotos, Iberia vuelve hoy a reunirse con representantes del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) con el objetivo de acelerar la negociación del nuevo convenio colectivo y tratar de poner fin a la supuesta huelga de celo iniciada el pasado 4 de diciembre.Alrededor de un millón de pasajeros se han visto afectados por el caos aéreo que ha obligado a Iberia a alquilar 156 vuelos a otras compañías con un consiguiente desembolso económico superior a los dos millones de euros.