Un año de desafíos para el golf
La construcción de campos desciende, los jugadores ahorran, la audiencia televisiva se resiente. Pese a ello, los circuitos encaran 2009 con un calendario ambicioso.
Estamos bien preparados para la crisis', afirma el comisionado del PGA Tour, el circuito profesional de golf estadounidense, Tim Finchem. Pese a que se trata de la opinión de la mayor autoridad del golf mundial, el hombre que ha renovado este deporte hasta convertirlo en un espectáculo capaz de competir en audiencias televisivas con la NFL o la NBA, el sector atraviesa por una situación que nadie imaginaba.
En España la construcción de nuevos campos desciende en picado. Ello se explica porque la mayoría de los proyectos van ligados a una oferta residencial que se halla en plena recesión y a los cada vez más estrictos requisitos que impone la Administración en algunas comunidades, sin olvidar aquellos territorios que han decretado una moratoria en la concesión de nuevas licencias, como es el caso de Cataluña y las Islas Baleares.
'Todos los nuevos proyectos se han parado', comenta Sergio Gómez, de IGD (Integral Golf Design), la empresa de José María Olazábal. Gómez remarca que aquellos que estaban en marcha han acelerado su proceso. 'Se trata de los 9 hoyos nuevos de La Sella en Denia y de los recorridos de Aljaraque (Huelva) y Corbera (Murcia)'. Otras iniciativas que estaban por comenzar se han ralentizado. 'No se han abandonado, sino que se han prolongado los plazos', dice. Como muestra del parón, en Cataluña, por ejemplo, se han construido tres campos en los tres últimos años. Los tres en Port Aventura, como parte de la oferta complementaria que el parque ofrece a sus visitantes.
China y varias repúblicas ex soviéticas acaparan la construcción de los nuevos campos
Otro caso que habla de las dificultades por las que atraviesa el sector se refleja en el concurso de acreedores presentado por La Manga, uno de los mayores complejos de nuestro país con tres recorridos de 18 hoyos, adquirido por MedGrup, sociedad vinculada al inversor George Soros.
'Donde más campos de golf se construyen es en China', explica Enrique Saenger, uno de los diseñadores españoles más reconocidos, que dirige un proyecto del sudafricano Gary Player en Marruecos. 'Los grandes diseñadores estadounidenses trabajan en China', al tiempo que admite que las posibilidades que hay en nuestro país son escasas. Tanto Gómez como Saenger certifican que en España el sector se ha frenado por completo: 'No entra nada nuevo'.
La empresa de Olazábal construye nuevos campos en la Riviera Maya, en la República Dominicana y en Serbia. 'Hay países emergentes, como algunas repúblicas de la ex Unión Soviética, incluso Rumanía o Bulgaria, donde sí se construye', cuenta Saenger. 'En EE UU el sector tampoco anda boyante', revela. Nadie es capaz de saber qué sucederá en los próximos años. Una serie de países emergentes concentrarán una buena parte de la oferta del golf mundial que deberá ir acompañada de unos servicios que resulten atractivos para el visitante. Los expertos confían en la tradición y profesionalidad adquiridas por este sector en España para salir antes de la crisis.
Al otro lado del Atlántico, el golf profesional, el que en Estados Unidos dirige Finchem, necesita del retorno de su principal impulsor en la última década. La ausencia de Tiger Woods a causa de una lesión que sufrió en la rodilla izquierda durante la disputa del US Open el mes de junio, donde se alzó con el decimocuarto título del Grand Slam de su carrera, ha acarreado importantes mermas.
La empresa Joyce Julius & Associates situó las pérdidas de Nike durante estos seis últimos meses entre los 65 y los 75 millones de dólares (entre 46,4 y 53,5 millones de euros). Que no se viera el logo en su bolsa de la marca automovilísitica Buick, del gigante General Motors, representó una pérdida de entre 5 y 10 millones de dólares mientras que Gatorade, que inició su línea Tiger en marzo pasado, ha dejado de ingresar unos dos millones.
En cuanto a las audiencias televisivas, éstas llegaron a caer hasta un 55% en su ausencia. Según un estudio de Los Angeles Times, durante la disputa del US PGA, el segundo grande sin la presencia de Woods, las estadísticas se quedaron en menos de la mitad que las obtenidas durante la cuarta vuelta del US Open, cuando el golf batió los índices de la final de la NBA entre Los Angeles Lakers y los Boston Celtics. Este año se negociarán los contratos de los derechos televisivos. Si el número uno mundial retorna a la actividad a un gran nivel, todo será más fácil.
En cualquier caso los dos grandes circuitos mundiales, el estadounidense y el europeo, mantienen un calendario ambicioso para este 2009. En el pasado ejercicio repartieron 188 millones de dólares (135 millones de euros) y 103 millones de euros en premios, respectivamente.
En España se celebrarán cinco torneos. El Open de Andalucía (26 al 29 de marzo) que se disputará en el RCG de Sevilla patrocinado por la Junta de Andalucía, Mapfre y Valle Romano. El Madrid Masters (8 al 11 de octubre) en el Club de Campo, con el apoyo de la Comunidad de Madrid, igual que el Castelló Masters (22 al 25 de octubre) que auspicia la Generalitat Valenciana en el Club de Campo del Mediterráneo donde se forjó Sergio García, número dos del mundo; el Reale Open de España (del 30 de abril al 3 de mayo) en el PGA Golf de Catalunya de Caldes de Malavella (Gerona); y el Volvo Masters Match Play (24 al 27 de septiembre) en la Finca Cortesín (Málaga).
'La gran cuestión es saber si éste es el inicio de un nuevo ciclo. Si la respuesta es sí, estamos ante un gran desafío al que debemos hacer frente con todo lo que hemos hecho antes. Tenemos nuestras propias reservas para hacer frente a las contingencias y pensamos que estamos bien preparados', insiste Finchem.
Más mujeres
Pese a la crisis, el golf no para de ganar adeptos. De los 3.203 federados que había en nuestro país en el año 1968 se ha pasado a los 333.834 actuales. La cifra ha crecido en 15.500 durante el pasado 2008. El número de mujeres golfistas ha aumentado un 31%.
Los profesores pierden ingresos
Las balanzas se equilibran porque el número de nuevos jugadores no para de crecer, aunque los profesores de golf reconocen que sus ingresos descienden. El número de clases se reduce. Admiten que los iniciados que recibían dos o tres lecciones por semana han disminuido su frecuencia. Los nuevos jugadores acuden al golf atraídos por los amigos que les dan un par de lecciones básicas para comenzar a golpear la bola. 'Puede que algunos tarden un poco más en comprarse el nuevo driver que acaba de salir al mercado -el palo más caro de la bolsa-, pero no dejarán de adquirir un nuevo wedge, un par de zapatos o unas cuantas bolas para mantener su equipación al día', dice Tom Stine.Aunque los comerciantes han revisado sus presupuestos a la baja, los números con los que llegaron al último mes del año no son alarmantes para el futuro de sus negocios. Reconocen que se registra un descenso en las ventas, pero admiten que desde el año 2000 hasta 2007 éstas no han parado de crecer.El año 2007 fue un ejercicio récord. Sin embargo, el mes pasado sus ingresos bajaron un 9%. Los fabricantes anuncian la llegada de nuevos productos a las tiendas que ayudarán a mejorar su juego. Nuevos materiales para mantener el dinamismo del mercado.En cuanto al número de turistas que en esta parte de la temporada se desplazan hasta los campos de Florida, las cifras se mantienen. Aunque se ha notado un ligero retroceso en cuanto a visitantes norteamericanos afectados por la recesión, se ha incrementado el número de extranjeros, europeos y asiáticos, que disfrutan de la oferta que brinda este Estado.
El sector en EE UU, optimista
En el mayor mercado del golf mundial están convencidos de que sortearán la crisis con éxito. En Estados Unidos admiten la existencia de síntomas de recesión en el sector golfístico, sin embargo los jugadores no han dejado de acudir a los campos, aunque se aprecian ciertos cambios en su comportamiento.Las zonas de prácticas, donde los aficionados pueden dar bolas y mejorar su swing, están llenas. Sin embargo se ha apreciado un descenso en el número de salidas al campo. Por lo tanto aumentan los ingresos procedentes del practice range y disminuyen los que se derivan de la venta de green fees (derechos de juego).Este primer dato lo ha dado a conocer Golf Datatech, una compañía estadounidense de investigación que estudia todo cuanto acontece alrededor del golf, un deporte que mueve cifras multimillonarias en el país gracias a los 25 millones de practicantes que han descubierto los encantos que ofrece esta modalidad. Según el cofundador de Datatech, Tom Stine, no hay que alarmarse. 'La gente no dejará de jugar a golf ni de comprar material relacionado con este deporte', asegura Stine, convencido de que el golfista siente adicción por su juego. Ahora, sin embargo, es más fácil hallar un hueco para salir al campo a jugar que hace un par de meses. La explicación es sencilla: es más barato tirar un par de cubos de bolas que abonar el precio que los clubs cobran por un green fee.