Un cumpleaños no tan feliz
Hace ahora 10 años comenzó una nueva economía. Fue muy amplia, afectando a 11 países y a unos 290 millones de personas. Estuvo muy organizada con su propia moneda y un banco central (...). Algunos predijeron que la eurozona nunca funcionaría, pero lejos de dividirse, la eurozona ha crecido. Este jueves Eslovaquia se unirá al club, que sumará ya 16 Estados miembros (...). El euro se ha convertido en una moneda de referencia internacionalmente aceptada (...).
La eurozona no ha fracasado, pero tiene que pasar aún muchas pruebas. La crítica clásica al área de la moneda única es que no está suficientemente integrada. Después de 10 años de soberanía económica integrada, la economía y la situación presupuestaria italiana no se parecen en nada a la alemana. Sin embargo, independientemente de la posición económica de cada miembro, todos están sujetos a la misma política monetaria establecida por el Banco Central Europeo. Uno de los resultados es que las recientes burbujas inmobiliarias de Irlanda y España se vieron aumentadas por unas tasas de interés demasiado bajas (...). Las dudas de Gordon Brown merecen una crítica, pero si la eurozona quiere convertirse de verdad en un poder financiero global necesita mostrar mucha mayor coordinación y liderazgo internacional.