La innovación que nos protege
La crisis de seguridad de alcance estructural y global que está afectando a todos los países en esta primera etapa del siglo XXI, con sus nuevos escenarios y riesgos, hace de la tecnología el mejor aliado de nuestro futuro. La innovación y la mejora de los sistemas de defensa y seguridad son, cada vez más, herramientas indispensables de los Estados para afrontar los retos actuales y futuros en esta materia.
Pero el esfuerzo que exigen estos procesos no son fáciles y requieren, para dar resultados, un largo tiempo de preparación. En España se ha trabajado mucho y bien en este camino. En 1983 se celebraron en Madrid las primeras Jornadas de Electrónica Militar, organizadas por el Colegio Oficial de Ingenieros de Armamento, la Fundación Universidad Empresa, la Universidad Politécnica de Madrid y unas cuantas empresas del sector que darían lugar al Círculo de Electrónica Militar. Entonces nadie imaginaba que la aventura cumpliría 25 años y que esta iniciativa llegaría a agrupar en su entorno a cuatro ministerios, Defensa, Interior, Industria, Turismo y Comercio y Ciencia e Innovación, más de 60 empresas, y numerosos departamentos universitarios, colegios profesionales y asociaciones empresariales.
Aquel Círculo de Electrónica Militar, que luego se convirtió en Círculo de Tecnologías para la Defensa y, más tarde, para la Defensa y la Seguridad, es hoy una fundación independiente, cuyo presidente de honor es el secretario de Estado de Defensa.
El cambio de denominación habla por sí solo: de la electrónica, el Círculo se abrió a todas las tecnologías; de lo militar, al concepto más amplio de la defensa, incrementado luego en el área de la seguridad. De esta manera, a lo largo de los últimos 25 años, se han seguido las tendencias y corrientes europeas en materia de defensa y seguridad, así como los cambios de estrategias y políticas que enfatizan las interrelaciones entre ambas áreas, especialmente en torno a las tecnologías de las que se sirven las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Este foro de encuentro y debate entre la Administración, la universidad y la empresa ha entrelazado poco a poco, seminario tras seminario, jornada tras jornada, una red de colaboraciones entre organismos e instituciones hasta constituir un tejido empresarial que arrastra cientos de convenios y contratos entre las partes para impartir cursos de formación especializada, másteres en políticas y tecnologías para la defensa y grandes proyectos de I+D+i de los que se han derivado soluciones y tecnologías concretas.
Las cifras actuales ponen de manifiesto la relevancia de un sector industrial estratégico, altamente tecnificado, que dispone de un conglomerado de empresas y una actividad de I+D e innovación poco común en nuestro país, y de cuyos avances en investigación se benefician también otros mercados.
España es el quinto país de la OCDE en gasto en I+D+i en el sector defensa y seguridad, por detrás de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Suecia. De este modo, la facturación alcanzó en torno a los 3.500 millones de euros, el empleo directo 17.000 puestos de trabajo y las exportaciones 1.300 millones de euros.
Uno de los motivos, además del propio dinamismo del sector, es que el Estado es el planificador de las políticas de I+D+i y es, a su vez, el principal cliente de los productos y sistemas resultantes.
En nuestro país la investigación desarrollada en este campo es fundamentalmente aplicada y muy próxima al producto final pero, en muchas ocasiones, con unas derivaciones hacia otros entornos de gran repercusión económica y social. Nos esperan tiempos en los que los sistemas para la defensa y la seguridad serán cada vez más sofisticados, costosos, pero también más eficaces. Su correcta operación requerirá una mayor formación y capacitación de los recursos humanos y la gestión de todo ello constituye un gran reto para sus responsables.
En este escenario sigue siendo útil un entorno de análisis, colaboración y entendimiento entre todos los agentes que interactúan en este sector. Todo este bagaje anima a la Fundación Círculo de Tecnologías para la Defensa y la Seguridad a crecer y a emprender una expansión internacional que favorezca el desarrollo de nuestras industrias y responda a la demanda tecnológica de ese cliente estratégico que son nuestras Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, por extensión, toda la sociedad. Una sociedad que cada vez comprende con mayor claridad la importancia de la innovación y la tecnología al servicio de la seguridad que debe defender y mantener su bienestar.
Marisol Martínez Tirado. Directora Fundación Círculo de Tecnologías para la Defensa y la Seguridad