El dinero espera tras la puerta
Una vez transcurrido el ejercicio con más sobresaltos en los mercados desde la Gran Depresión, es más difícil de lo habitual recabar pronósticos sobre cuándo se recuperará la Bolsa. Algo lógico, tras un 2008 al que el Ibex llegó desde su máximo histórico -noviembre de 2007-, para el que se preveían algunas turbulencias, pero nunca terremotos de tal calado, y en el que, al final, el índice selectivo español perderá en torno a un 40% y el índice MSCI mundial, un 44%. En suma, las Bolsas mundiales se han dejado unos 21 billones de euros, más que los PIB de Europa y EE UU juntos.
Sin embargo, y a pesar de este panorama, de la ruptura de los mercados y de la volatilidad extrema, algunos de los más avezados expertos empiezan a detectar señales de que la renta variable tiene abonado el camino del rebote. El argumento es tan sencillo como indiscutible: hay una enorme cantidad de dinero atrincherado, pero preparado para regresar a la Bolsa. Los activos líquidos y seguros en que se escudan los gestores han perdido atractivo por el recorte de tipos de interés hasta el cero en Estados Unidos. La propia Reserva Federal calcula que en estos momentos hay en posiciones de liquidez 8,85 billones de dólares -unos 6,25 billones de euros-, lo que representa más dinero disponible para tomar acciones que nunca en las dos últimas décadas.
Si la Bolsa ha sido víctima este año de su propia liquidez, también se puede beneficiar de esa característica. El consenso sostiene que se tratará de un retorno gradual, pero es innegable que cuenta con alicientes a corto plazo que lo pueden animar. La toma de las riendas por el nuevo presidente de EE UU, Barack Obama, el 20 de enero, es la principal referencia por la confianza que puede insuflar en la renta variable. Pero también está la reinversión de dividendos, cuyo pago es habitual en enero, así como la reorganización de las carteras. El margen para invertir es amplio, el dinero disponible está en máximos y algunos precios ya son verdaderas gangas. Sólo falta quien dé el primer paso.