La abundancia de liquidez en las carteras abona el camino al rebote
Los gestores se atrincheran desde hace meses en activos líquidos y seguros, que están perdiendo atractivo con el drástico recorte de tipos en EE UU. Los expertos fían para largo la recuperación de la Bolsa, pero la elevada liquidez deja un amplio margen para invertir y aprovechar oportunidades a corto plazo.
Nadie se atreve a pronosticar con precesión cuándo se recuperará la Bolsa, pero es evidente que hay una enorme cantidad de dinero dispuesto a regresar a la renta variable en el momento oportuno. Las posiciones en liquidez de los inversores, ya sea en efectivo, depósitos bancarios y activos monetarios -es decir, activos sin riesgo- suman la friolera de 8,85 billones de dólares (6,25 billones de euros), la mayor cantidad en casi dos décadas, según datos de la Reserva Federal recogidos por Bloomberg. Tales posiciones de liquidez equivalen al 74% del valor de mercado de las compañías estadounidenses, el mayor porcentaje desde 1990.
La abundancia de liquidez 'va a ser uno de los catalizadores del mercado en 2009. Tendrá que haber entradas fuertes en Bolsa en busca de rentabilidades más altas', explica Juan José Fernández-Figares, analista jefe de Link Securities. La estadística arroja datos alentadores al buscar precedentes en el tiempo. La liquidez también alcanzó el equivalente al 75% del valor bursátil del mercado estadounidense en octubre de 1990, después del colapso del sector crediticio y de que Estados Unidos entrara en recesión. El rebote que siguió a aquella fuerte aversión al riesgo fue del 23% en los seis meses posteriores y del 30% en un año. En septiembre de 1974, las posiciones de liquidez batieron récord, al alcanzar 1,21 veces el equivalente al mercado estadounidense. Fue el precedente para un alza bursátil del 31% entre octubre de 1974 y marzo de 1975. Sin embargo, la estadística no es en esta ocasión el argumento infalible para confiar en un rebote. 'La gran movilización de todo ese dinero disponible va a tardar. Sin duda es un aliciente para una recuperación a corto plazo pero el dinero no volverá de forma inmediata. Además, en un entorno de deflación mucha gente se conforma sin más con mantener sus inversiones', advierte Fernández-Figares.
Para este experto, los elevados niveles de liquidez pueden jugar a favor de la Bolsa en el inicio del año, junto al efecto de la reorganización de las carteras y a la reinversión de los dividendos cobrados en el mes de enero. Pero la recuperación bursátil exige un requisito fundamental: la certeza definitiva de que no habrá depresión económica. Iván Barbacid, analista de Barclays, destaca que 'hay mucho dinero sobre la mesa y eso animará a más de uno a tomar decisiones. Hay muchas ganas de comprar'. Aunque la consigna sigue siendo la prudencia, Barbacid también señala que el mercado espera una excusa para subir y recuerda que, recientemente, 'ha habido noticias desastrosas que han sido absorbidas sin romper mínimos. Se necesitan muchas más malas noticias para que el mercado vuelva a caer y, al menos en enero, difícilmente se va a saber si la recesión es más larga de lo que se prevé ahora'.
Pero nadie quiere salir mal parado en la foto de fin de año y a la espera de señales claras de recuperación, los gestores van a lo seguro. En los fondos de inversión españoles, un tercio de la cartera está en liquidez.
Pendientes del 'efecto Obama'
Las jornadas de transición entre un año y otro no son ni mucho menos propicias para la toma de decisiones. Pero en el mes de enero va a traer referencias que prometen dar intensidad a los mercados. Una de las principales es la toma de posesión de Barack Obama como presidente de Estados Unidos, prevista para el próximo 20 de enero y que para muchos puede devolver cierta confianza a la renta variable. 'Es cierto que ya ha adelantado muchos de sus planes pero la toma de posesión es el trámite necesario para su puesta en marcha', señalan desde Link Securities.Enero será el mes en que Obama tomará las riendas de la maltrecha economía estadounidense y también cuando se van a conocer los primeros resultados correspondientes al ejercicio completo de 2008. En este sentido, y según datos recopilados por Bloomberg, los resultados de las compañías estadounidenses en el cuarto trimestre podrían registrar de media un descenso del 11,9%, lo que sumaría ya seis trimestres consecutivos de caídas, la peor racha en al menos veinte años. Las sorpresas negativas en las presentaciones de resultados son por tanto otra eventualidad capaz de deslucir el efecto positivo de la toma de posesión de Obama. Y los analistas aún esperan otros dos trimestres de caídas de beneficios, del 10,3% en el primer trimestre de 2009 y del 5,8% en el segundo trimestre.
Alicientes para una eventual recuperación de la Bolsa en enero
Abundancia de liquidez. El conservadurismo en la gestión de carteras de fondos ha situado las posiciones en liquidez en 8,85 billones de dólares, lo que deja un elevado margen para el regreso de dinero a la Bolsa.Dividendos. El pago de dividendos habitual en el primer mes del año puede propiciar la reinversión en acciones de las compañías por parte de sus accionistas, en especial entre los minoritarios.Toma de posesión. Barack Obama se convertirá en presidente de Estados Unidos el 20 de enero y podrá poner en marcha sus planes de recuperación económica.Reorganización de carteras. Las compras pueden volver cuando de tomen decisiones, una vez cerrado el ejercicio.