La contracción del crédito pone en jaque a las pymes
La falta de financiación y la caída del consumo asfixian a las pequeñas y medianas empresas.
Este año, la crisis ha reducido la cuenta de resultados de muchas grandes empresas españolas, pero a quien más ha perjudicado es a las pymes. Las pequeñas y medianas empresas, asfixiadas por la restricción del crédito causada por las turbulencias financieras internacionales, han vivido un año sombrío que ha puesto en juego la supervivencia de muchas de ellas. Y, según los expertos, 2009 no se presenta mejor para unas compañías que suponen prácticamente el 99% del tejido empresarial español, generan el 80% del empleo privado y representan el 68% de la actividad productiva.
'Los bancos han trasladado a sus clientes la desconfianza que tienen entre ellos, y a empresas con una buena línea de actuación se les ha cerrado la línea de crédito', comenta Salvador Bellido, presidente de la federación Copyme, que advierte de que 'si no se cambia de actitud, el cementerio de empresas crecerá enormemente'. 'Hay actividades solventes y rentables que tienen enormes dificultades para llevar a cabo su actividad normal', rubrica Carlos Ruiz, responsable de economía de la asociación patronal Cepyme. La pequeña y mediana empresa necesita financiación para sobrevivir en el intervalo situado entre la compra de la materia prima y los ingresos obtenidos por la prestación de bienes y servicios. Este dinero para cubrir el circulante no está llegando, y si al principio los sectores más perjudicados fueron el inmobiliario y la construcción, ahora los problemas se han extendido a la industria, el transporte y a las compañías relacionadas con el consumo. 'Las pymes tendrán que ajustar su actividad a los recursos disponibles y, en algunos casos, multitud de actividades que hasta ahora han generado muchos puestos de trabajo tendrán que cerrar y desaparecer', prevé Ruiz.
Los bancos se defienden. 'Santander no ha cerrado el grifo y sigue apoyando cualquier proyecto solvente, como hacía antes', afirman en esta entidad, donde aseguran que 'no se han modificado los criterios' para conceder préstamos, pero reconocen que 'sí que se ha intensificado el seguimiento' del riesgo. 'Nosotros seguimos financiando a las pymes', explica Francisco Díaz, de la Dirección de Pymes del Banco Sabadell. 'No hemos cambiado con respecto a las pymes, pero el mercado de crédito se ha deteriorado y nosotros nos adaptamos a él', subraya. 'Además, ahora ya no te piden tanta financiación como antes; se lo piensan dos veces antes de emprender una inversión'.
Los créditos dudosos se triplican
Según los datos del Banco de España, la concesión de créditos se ha frenado rápidamente. En los tres primeros trimestres de este año, los préstamos concedidos han aumentado sólo un 6,6%, frente al 20,5% y al 16,4% que crecieron en este mismo periodo durante 2006 y 2007, respectivamente. En el tercer trimestre de este año prácticamente se han estancado, con una subida del 1,4%. Por sectores, la ralentización más pronunciada la ha experimentado la construcción, seguida de los servicios y la industria. Mientras, las compañías tienen cada vez más dificultades para cumplir los pagos. El volumen de créditos dudosos ha crecido un 305% hasta septiembre, mientras que este aumento en los dos años anteriores fue de un 32% en 2007 y un 1% en 2006.
En la agencia de seguros de crédito, Crédito y Caución, explican que 'los niveles de morosidad que soporta el tejido empresarial se han duplicado en el último año'. Según sus datos, los créditos impagados aumentaron un 130% en el tercer trimestre. 'El empeoramiento es especialmente intenso en construcción, siderurgia, instalaciones y maderas y muebles. Todos ellos están muy relacionados con el brusco ajuste de la edificación residencial', explican. Javier Rodríguez, de la agencia financiera Corfisa, estima que en el cuarto trimestre de este año 'los impagos crecerán de forma muy importante, porque en los últimos meses se ha producido un repunte de las suspensiones de pagos'. Según el Banco de España, el número de deudores concursados en el tercer trimestre aumentó un 263,8% con respecto al mismo periodo del año anterior. Casi el 70% de ellos son sociedades limitadas.
La restricción del crédito también ha impactado de lleno sobre los autónomos. Lorenzo Amor, presidente de la asociación de trabajadores autónomos, ATA, comenta que 2008 ha sido el peor año para este colectivo desde la creación del régimen que los regula, en 1967. Según sus cálculos, este año se perderán unos 100.000 trabajadores autónomos, lo que multiplica por cuatro la caída de 1992, su peor año hasta ahora. 'La falta de financiación les ha llevado a la asfixia', comenta Amor.
'La actual situación de ahogo de estas empresas puede suponer el empeoramiento irreversible del tejido español, por lo que hay que encontrar alguna manera de rescatarlas', señala Víctor Pou, profesor del Iese. Por ello, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha creado nueva línea especial para financiar los gastos corrientes de las empresas, dotada con 10.000 millones de euros y que arrancó el 23 de diciembre. Además, la nueva línea de crédito ICO-Pyme facilitará otros 10.000 millones (a financiar a partes iguales entre el ICO y la banca), frente a los 7.000 que tuvo este año, y permitirá en un 40% financiar el circulante. Hasta ahora, este dinero sólo se entregaba para proyectos de inversión. Tanto Copyme como Cepyme dan la bienvenida a estas medidas, pero consideran que llegan 'un poco tarde' y critican que nada de lo hecho hasta ahora ha tenido impacto sobre la economía real. 'El problema es que la liquidez inyectada en los mercados no llega a las empresas', soslaya Ruiz. 'El dinero que da el Estado no puede ser frenado por las entidades bancarias', dice Bellido.
Las perspectivas son poco halagüeñas, porque a todo esto se añade una dificultad añadida: el descenso del consumo. 'Hasta que éste no mejore, las empresas no volverán a adquirir velocidad de crucero', mantiene Juan Ignacio Sanz, profesor de Esade, para quien 'la situación es mucho más delicada de lo que parece'. 'Las empresas que puedan resistir con recursos propios en lugar de financiación bancaria, aguantarán; el resto lo pasará bastante mal', sentencia.
Manual de supervivencia
Solicitar un préstamo a una entidad bancaria no es la única vía de que disponen las pymes para salir adelante. Víctor Pou, profesor del Iese, propone una serie de medidas alternativas para resistir a la recesión económica.'Muchos empresarios ignoran que existen otras posibilidades para encontrar financiación a largo plazo', señala. El ICO, CDTI, Enisa, Cofides o el Icex son algunas de las instituciones a las que se puede acudir.Otras recomendaciones que señala este experto son: 'austeridad operativa, prudencia inversora, mejora del control de riesgo de los clientes, optimización fiscal, gestión de la capacidad de endeudamiento y fomento de la formación de los trabajadores'. Además, las empresas deben 'ajustar al máximo el decalaje entre la compra de materias primas y la obtención de ingresos para controlar la situación de liquidez', como señala Carlos Ruiz, de Cepyme. Pou recomienda solicitar ante el Gobierno una moratoria en el pago de las cuotas a la Seguridad Social.