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Secretos de despacho

Espacio colectivo en Bosch

Albert Ferré reparte su jornada entre Madrid y Barcelona, arropado por su equipo.

Es un empresario hecho a sí mismo. Y se muestra orgulloso de ello. Albert Ferré, director general de la editorial jurídica Bosch, tiene 53 años y ha pasado más de tres décadas entregado al mundo del libro. Da la impresión de ser un ejecutivo extremadamente inquieto y curioso, al que le gustan las personas con criterio y responsables. Asegura que sólo necesita para trabajar una mesa y un ordenador. Con esta herramienta tecnológica aprovecha sus desplazamientos, sobre todo en el AVE que le lleva a Madrid desde Barcelona y viceversa, para trabajar.

'Con las nuevas tecnologías puedes hacer tu trabajo desde cualquier punto y puedes atender todo lo que sucede en la oficina desde la distancia'. Ferré es un maniático de la puntualidad 'y del trabajo bien hecho, porque el conocimiento se obtiene'. A ser riguroso con el reloj aprendió cuando trabajaba para una alemana. 'Soy muy exigente conmigo mismo desde que me levanto hasta que me acuesto, momento en el que hago un repaso de todo lo que me ha acontecido a lo largo del día'.

Asegura que el destino le llevó al sector del libro, aunque confiesa que no es un gran lector. 'He vivido en este ambiente de pequeño y me apasiona este trabajo, que se parece al de los artesanos porque se basa en la relación entre las personas, entre el autor y el editor'. Porque se trata de una relación de confianza: 'El autor tiene que exponerte su trabajo y confiártelo, es una relación como la de un galerista de arte'.

La forma de trabajar de la editorial Bosch es la siguiente: 'Buscamos un tema novedoso que no se haya tratado todavía en el mercado y seleccionamos a los autores entre más de mil profesionales del sector'. Y ahí es donde se produce la magia, 'en la relación entre las personas, porque yo no sé hacer otra cosa'. Albert Ferré asegura que su destino profesional no lo ha elegido él. 'Con 40 años quise cambiar de sector porque en ese momento era socio de una editorial, pero me contrató otra empresa del mismo gremio'. Y ahí se quedó. Ahora está entusiasmado con el libro electrónico, del que disponen de un centenar de títulos y del que asegura que tiene grandes ventajas. Por un lado, permite una actualización permanente del libro técnico, y eso le proporciona un valor añadido a la obra, 'aunque el encanto por el libro de papel permanecerá, ya que el espacio íntimo que tiene este soporte no lo tiene un ordenador'.

Albert Ferré compagina la dirección de la editorial Bosch, fundada en 1934 con capital español, con la presidencia de la Asociación de Editores Jurídicos de España. 'No soy jurista y me gusta prepararme para domar al Albert que no tiene ese tipo de conocimientos. Cada año sigo cursos de formación para ponerme al día'. Estudió Imagen y Sonido, 'pero me he curtido en el día a día del trabajo'. En 1997 puso en marcha el portal www.juridicas.com, desarrollado por Leggio SRL Zaragoza, empresa en la que participa este ejecutivo, que cuenta con más de 10 millones de páginas descargadas al mes. Su apuesta por ofrecer a los abogados la posibilidad de poder consultar en internet cualquier asunto le ha valido algunos premios, como el de innovación de Cidem, concedido por la Generalitat de Cataluña. También disponen de una biblioteca online que permite a cada usuario crear su propia colección.

Para Ferré, lo más complicado de gestionar una compañía es mantener motivados a los equipos. 'Somos una plantilla pequeña, de 17 profesionales, y competimos con los grandes grupos, y éste es nuestro talón de Aquiles, porque cada vez es más difícil encontrar gente con ganas e ilusión, que no se preocupe sólo de los horarios'. Y agrega que cuando una persona de su equipo se marcha a otra empresa porque ha conseguido un ascenso, él es el primero en alegrarse, 'pero cuando se va a desempeñar una función menor por una mejora en el horario, me produce tristeza'. Lo dice porque hasta el momento no tenía rotación y ahora empieza tener que competir con otras editoriales. 'Nos hemos vuelto funcionarios'.

Apasionado de la fotografía

Tiene despacho en Madrid y en Barcelona, porque 'nuestra casa central está en Cataluña, pero nuestro negocio está en la capital'. æpermil;l mismo se ha ocupado de la decoración, que no es otra que un espacio abierto cerca del resto del personal. 'Tengo que estar en contacto con la gente'. Y siempre tiene música o la radio puesta. 'Necesito buen ambiente', dice mientras que realizan las fotografías en su despacho de Madrid, próximo a la plaza de toros de Las Ventas.Siempre tiene a su lado una cámara fotográfrica. 'Me gusta fotografiar cualquier cosa, y en el trabajo la tengo cerca porque hago fotos de libros'. A Ferré le apasiona jugar al Scalextric, hacer montañismo, esquiar, 'todo lo que me apetece lo hago y soy una persona apasionada y curiosa'.Otra afición es escribir en blogs, donde también hace guías de viajes. Para todo le roba tiempo al sueño, porque del trabajo no desconecta. 'Soy consciente de que genero mucho estrés, pero es mi manera de hacer las cosas'.Eso sí, lo que nunca se le ha pasado por la mente es jubilarse. 'Quiero continuar mientras siga añadiendo valor'.

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