Los analistas justifican la rebaja de tipos para reanimar la actividad
Estiman que sólo medidas de fuerte impacto como la anunciada por Bernanke podrán reactivar el consumo.
Hace dos días, la Reserva Federal de Estados Unidos volvió a saltar la banca, al bajar los tipos de interés de referencia en Estados Unidos desde el 1% hasta una horquilla entre el 0% y el 0,25%. Una medida histórica, tanto por el nivel en que queda el precio del dinero como por su propia definición dentro de un margen oscilante. La sorpresa de los mercados fue mayúscula, reforzada por la precisión del presidente de la Fed, Ben Bernanke, en relación a la posibilidad de introducir expansión monetaria directa (impresión de moneda, en román paladino). El movimiento de Bernanke supone el recurso al último comodín frente a la recesión el riesgo deflacionario en Estados Unidos, y eleva los incentivos a una ulterior reducción de tipos en la zona euro.
Los expertos consultados coinciden en comprender la medida de la Fed en razón a las circunstancias especialmente graves que vive la principal economía del planeta, aunque advierten del riesgo de estar sembrando la semilla de la próxima burbuja financiera.
Ángel Laborda, director de Coyuntura de Funcas (fundación de las cajas de ahorro), da el beneficio de la duda a Ben Bernanke a la hora de adoptar 'medidas tan drásticas', pero cree que la Fed está usando 'demasiada artillería'. A su juicio, las autoridades de Estados Unidos están obsesionadas con la Gran Depresión, y la llegada de una recesión les lleva a tomar medidas extremas. 'Y en esta ocasión, combinada con la sequía del crédito, la recesión es especialmente grave'. El riesgo de deflación endógena, motivada por la caída de la demanda, sería real. El índice de precios de consumo de EE UU cayó en noviembre un 1,7% respecto al mes anterior, en el mayor retroceso mensual desde 1932, en plena Gran Depresión.
Noruega y la República Checa se sumaron ayer a las bajadas históricas de tipos de interés en el mundo
La necesidad de intervención parece justificada, pero no está claro que las medidas hayan sido idóneas desde el inicio de la crisis financiera, hace un año y medio, y su agravamiento a raíz de la caída de Lehman Brothers, el pasado 15 de septiembre. Josep Olivé, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Catalunya, desliza una crítica sobre las respuestas de Estados Unidos: 'el famoso TARP (fondo de estímulo a la economía de 700.000 millones de dólares) surgió como programa de compra de activos contaminados y luego pasó a centrarse en participaciones en capital de los bancos. Entre medias, se vivió un desplome del 70% en las acciones de Citi, hasta que Paulson secretario del Tesoro anunció un plan especial centrado en esa entidad. Eso demuestra la incapacidad o imposibilidad de las autoridades para prever las consecuencias de sus actos'.
Olivé destaca una diferencia sustancial entre la situación de EE UU y de la zona euro en relación a los precios: 'Mientras Europa se enfrenta a una desinflación, o moderación de los precios tras la inflación galopante creada por el petróleo, EE UU afronta un riesgo de deflación, provocada por la caída de la demanda. En este sentido, hay que olvidarse de los tipos de interés nominales y pensar que si el IPC baja un 2%, los tipos reales con los bonos al 1,5% pueden situarse por encima del 3,5%'. Olivé va más allá al afirmar que Estados Unidos 'se enfrenta a una década de ajuste duro, después de vivir muchos años por encima de sus posibilidades'.
El movimiento de la Fed dio lugar el martes a la mayor depreciación del dólar frente al euro en un sólo día, hasta cambiarse a 1,41. En parte, debida a la ampliación del diferencial de tipos de interés, pero no cabe descartar que los mercados hayan interiorizado una señal de alarma respecto al estado de la mayor economía del mundo.
Pablo Guijarro, analista de AFI, cree que el último movimiento de Bernanke completa el catálogo de acciones disponibles para la Fed. 'Era necesario realizarlo, para transmitir a los mercados la expectativa de que la Reserva Federal va a estar ahí frente a la recesión y el riesgo de deflación. La vía de los tipos de interés queda agotada, pero el comunicado de Bernanke señala la posibilidad de adquirir deuda del Tesoro a largo plazo y parece que será el siguiente paso a tomar. Tendrá que hacerlo imprimiendo moneda, porque un nuevo recurso a la deuda sería improductivo'. Según el analista, el BCE se verá impelido a abundar en sus recortes de tipos de interés, hasta dejarlos en un entorno entre el 1,5% y el 2% 'para poder mantener un margen de maniobra futuro en función de las necesidades'.
Sea como fuere, la reducción de tipos de interés no se ciñe a Estados Unidos y la zona euro. Después de una sucesión de bajadas en numerosos países emergentes durante la semana pasada, el Banco Central de Noruega bajó ayer los tipos de interés 1,75 puntos, hasta dejarlos en el 3%, una bajada mucho más pronunciada que la que habían esperado los analistas, informa Efe. Según informó el banco emisor, con esta medida se pretende frenar el impacto de la fuerte desaceleración económica que se está registrando desde octubre. Ya dentro de la Unión Europea, el Banco Nacional Checo decretó también una bajada de 0,5 puntos, para dejar sus tipos en el 2,25%.
'La bajada elevará la liquidez del sistema y alejará el fantasma de la deflación'
El director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos, Gregorio Izquierdo, sostiene que la bajada del martes no cambia la orientación de la política monetaria 'muy expansiva' de EE UU, aunque 'sí contribuirá a elevar la liquidez del sistema y alejar el fantasma de la deflación' (a su juicio, injustificado, porque 'lo que puede haber es desinflación debida al petróleo'). Izquierdo cree que la expansión monetaria no elevará significativamente los riesgos de inflación futura en EE UU, por ser 'una economía muy flexible'. Sí condicionará, en cambio, 'la orientación inmediata del BCE', por la apreciación que supondría un mayor diferencial. El analista cree que los movimientos en Europa serán más moderados que en EE UU, al ser aquella una economía 'menos flexible y más heterogénea'.
'EE UU se aproxima peligrosamente a la situación de Japón en los años noventa'
Xavier Segura, jefe del Servicio de Estudios de Caixa Catalunya, cree que la bajada de la inflación puede llevar el próximo verano a tipos de interés reales negativos. Aun así, explica que el IPC de la zona euro repuntará en la segunda mitad de 2009, a diferencia de EE UU, 'que se aproxima peligrosamente a la situación de Japón durante los años 90'. Según explica, la crisis es hoy generalizada, aunque permanecen elementos diferenciales entre regiones. En la zona euro hay margen en la política monetaria, y no parece que Trichet lo vaya a apurar, porque piensa que 'va a haber vida después de la crisis'. Segura advierte, en cualquier caso, de los riesgos de las medidas radicales: 'Todos coincidimos en que la situación es resultado de la bajada de tipos después de la burbuja de las puntocom'.
'El movimiento de Bernanke obligará a Trichet a ir más allá'
El director del Servicio de Estudios de las Cámaras de Comercio, Juan de Lucio, cree que el movimiento de la Fed, por su carácter histórico, denota 'gran preocupación'. El anuncio de Bernanke de que recurrirá a la expansión monetaria para garantizar la estabilidad de precios (en este caso, evitar la deflación) lanza una señal 'positiva' a los mercados, aunque 'habrá que esperar a la segunda mitad de 2009 para observar reactivaciones en los proyectos de inversión'. De Lucio cree que el movimiento de la Fed 'obliga al BCE a ir más allá' en su propia bajada de tipos: 'La apreciación del euro no dejará contentos a los exportadores. Trichet ha tardado en entender la necesidad de bajar los tipos, aunque con el tiempo habrá que estar al tanto de los nuevos riesgos de inflación', añade.
'La Fed pasa ahora a ejercer funciones como un banquero más'
El director de Coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros, Ángel Laborda, explica que el movimiento de la Fed parte del temor a la recesión y la deflación. 'Para cortarlo de raíz adoptan medidas como la reducción a cero de los tipos de interés, y más aún: anuncian la inminente impresión de dinero a través de la adquisición de bonos a largo plazo emitidos por el Tesoro'. Según Laborda, la vía de bajada de tipos, iniciada hace varios meses, 'no ha servido de mucho, porque no hay correa de transmisión al crédito. Por eso la Fed va a pasar a la intervención directa: en vez de banquero de los banqueros, se va a constituir en un banquero más, cortocircuitando la actuación de la banca comercial. Esta medida puede ser más contundente que la bajada de tipos'.