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Elecciones

CC OO se juega de nuevo la unidad interna

Fidalgo y Toxo se disputan desde hoy la Secretaría General del sindicato.

En Comisiones Obreras no salen las cuentas o, mejor dicho, le salen a todo el mundo. El sindicato que desde hoy y hasta el sábado celebra su 9.º Congreso Confederal, está haciendo saltar por los aires la álgebra matemática más básica. Tanto los partidarios del secretario general, José María Fidalgo, como los de su número dos, Ignacio Fernández Toxo, se atribuyen mayorías suficientes para ganar el liderazgo. Así, el 53% de los votos que contabilizan los fidalguistas y el 57% que se adjudican los seguidores de Toxo sumarían un 110% en lugar del 100% que representan los 1.001 delegados que votarán el viernes.

Esta situación vuelve a dibujar un sindicato que sigue dividido tras las fracturas de finales de los ochenta -cuando apareció la corriente de los críticos liderada por Agustín Moreno y situada más a la izquierda que la mayoría del sindicato- y en 2002, año en el que surgió una tercera corriente liderada por Rodolfo Benito, que en el anterior Congreso consiguió cerca del 20% de los apoyos.

Se da la paradoja de que Toxo presentará la batalla a Fidalgo apoyado por estas dos corrientes minoritarias, a pesar de que el ex líder del metal ha sido la cabeza visible de la política sindical encabezada por Fidalgo en los últimos años. Es más, Toxo fue una de las personas que más presionó a Fidalgo para que sacara a Benito de la dirección Confederal hace seis años.

Ante esta situación, fuentes partidarias del actual secretario general, que se enfrenta a su tercer y último mandato, entienden que Toxo se presenta 'por una cuestión puramente personal, no le importa estar arropado por los que sistemáticamente han ejercido la oposición dentro del sindicato y han dificultado su gobernabilidad'.

Sin embargo, los seguidores de Toxo justifican su candidatura para evitar 'la tendencia creciente al cuarteamiento del sindicato, generada porque las dos crisis anteriores se han asentado en trincheras fijas'. Dicho esto y a pesar de que los toxistas creen que la política sindical practicada por Fidalgo 'ha alejado a la dirección del sindicato de las federaciones, de los territorios y de las empresas', aseguran que, si ganan 'no pondrán patas arriba el sindicato'.

Más de un millón de afiliados como aval

José María Fidalgo lleva como aval mantener a CC OO como el primer sindicato del país con casi 7.000 delegados más que UGT y contar con 1,2 millones de afiliados cotizantes. En materia sindical, propone luchar por un cambio del modelo productivo y seguir aumentando el poder de CC OO en las empresas. Por su parte, Ignacio Fernández Toxo, planea cambiar los órganos de dirección, dando responsabilidades de decisión a los partidarios de las corrientes minoritarias que le apoyan, lo que en opinión de los fidalguistas 'hará ingobernable el sindicato'.Aunque el ex líder del metal apoya gran parte del programa sindical de la mayoría, sectores empresariales temen una radicalización de la postura del sindicato si gana Toxo. El ex líder del metal rechazó recientemente estos temores, aunque aseguró que algunas decisiones como la rebaja de cotizaciones empresariales que demanda la patronal justificarían 'sacar a los trabajadores a la calle.

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