Google quiere más privilegios sobre la web
La prensa de EE UU asegura que el buscador negocia un 'carril rápido' en internet, pero la firma dice defender la neutralidad de la red.
El principio de neutralidad de internet puede empezar a resquebrajarse. Según publicaba ayer The Wall Street Journal, Google ha mantenido negociaciones con las principales telefónicas y operadoras de cable de Estados Unidos con el objetivo de que se establezca un 'carril rápido' dentro de las infraestructuras para lograr que sus contenidos vayan a un mayor velocidad. Este posible movimiento ha causado ya una gran polémica dado que el gigante de internet ha sido uno de los grandes defensores de la neutralidad de la red, basado en que los dueños de las redes deben tratar por igual a todos los proveedores de contenidos.
En principio, y según el diario citado, Google y los operadores estarían negociando un posible acuerdo para compartir los gastos generados por la ampliación y mantenimiento de las infraestructuras. Este coste es, si cabe, cada vez mayor dado el imparable aumento del tráfico de información, que algunas estimaciones cifran en un 50% anual. Ante este crecimiento, derivado sobre todo de la proliferación de los vídeos por la web, las operadoras han asegurado que necesitan ampliar sus ingresos para poder hacer frente a las inversiones para modernizar las redes.
El plan, según el diario neoyorquino, ha sido bautizado como OpenEdge y permitiría al buscador situar directamente sus servidores dentro de las redes de las operadoras, lo que aceleraría el uso de los servicios para los usuarios.
Ahora bien, la polémica puede abrirse. Richard Whitt, responsable de asuntos jurídicos de Google, negó en su blog que la compañía haya cambiado de posición y aseguró que sigue defendiendo el principio de neutralidad de la red. El responsable indicó que lo que Google busca es situar servidores con memoria caché en las infraestructuras de los operadores. Whitt, que calificó de confusa la información de The Wall Street Journal, indicó que la utilización de las memorias caché es muy común y que ayuda a la mejor difusión de los condenidos y a reducir la congestión de las redes.
Lo cierto es que ya se ha abierto un debate. Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa de Tecnologías de la Información, aseguró ayer estar convencido de que la información que publica el citado periódico 'no puede ser verdad, al menos tal y como se está contando'. En su opinión, de ser cierto Google 'merecería que sus usuarios la abandonasen de forma masiva de un día para otro, aunque fuese para ir a ninguna parte', según escribió en su blog.
Para Dans, éste sería el peor error que Google podría llegar a cometer y 'daría la puntilla a la concepción de red que conocemos, convirtiéndola en un medio diferente, en el que los contenidos de las empresas que pagan más circularían más rápido y con mayores privilegios que los que no lo hacen. Un medio que evolucionaría para convertirse en algo parecido a la televisión, donde sólo emites con una licencia determinada, o a la prensa, donde sólo con una importante inversión detrás puedes hacer que tu voz sea oída. Internet perdería el factor diferencial que la ha convertido en lo que es hoy'.
El ex analista Henry Blodget dijo también en su blog que Google quiere hacer algo que la mayoría de empresas de internet no puede hacer y es lograr que su tráfico de internet reciba un tratamiento diferente. Otro de los gurús, Richard Bennett, de ReadWriteWeb, aseguró que la llamada neutralidad de la red es un mito. 'Internet no es una red sino un complejo conjunto de acuerdos de interconexión entre operadores y proveedores', señaló este experto, quien añadió que no hay un estándar de pactos en esta materia. Para Bennett, lo que se muestra es que 'el dinero compra espacios en la tecnología y eso no debería ser una sorpresa para nadie'.
Otros defensores de la neutralidad de la red advierten que si Google tuviera éxito en estas negociaciones, internet se convertiría en un lugar donde las compañías más fuertes podrían ir más rápido y tener un mejor acceso que las empresas más pequeñas. Asimismo, insisten en que grupos como el operador de cable Comcast, que tiene infraestructuras y contenidos propios, podría verse favorecida para impulsar estos últimos frente a los de su competencia.
El debate generado en torno a la neutralidad de internet puede ser un desafío de igual forma para la posición del nuevo presidente de EE UU, Barack Obama, quien se ha mantenido siempre como un defensor de la neutralidad de las redes. Incluso, durante la campaña electoral, recibió el apoyo expreso de Eric Schmidt, consejero delegado de Google, quien se ha mantenido como asesor del nuevo mandatario durante este periodo de transición. En cualquier caso, y si no hay cambios legales, un acuerdo entre el gigante de internet y los grandes operadores, iría contra la normativa establecida por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EE UU.
Las apuestas por los resultados de 2008
Los analistas han empezado a lanzar sus apuestas sobre cuáles serán los resultados de Google este año. Mark Mahaney, de Citigroup, indicó que de mantenerse en la misma línea del tercer trimestre, Google cerraría el año con unos ingresos de 21.635 millones de dólares (16.575 millones de euros). El consenso de los analistas que siguen a la empresa, según Reuters, prevé una cifra de negocio de 22.400 millones en 2008 y de 27.900 millones en 2009. Ahora bien, la semana pasada Trip Chowdhry, analista de Global Equities Research, abrió la polémica al pronosticar que Google registrará unos ingresos de 15.710 millones de dólares este año, un 5% menos que en 2007, y de 15.230 millones en 2009, un 3% por debajo de sus propias estimaciones de 2008. Sus previsiones fueron muy debatidas en los blogs financieros, donde se recordó que hasta septiembre, Google facturó 16.090 millones. Un grave error o una advertencia de la dureza de la crisis.
Otros protagonistas
Diversos medios han indicado que Yahoo y Microsoft se han retirado progresivamente de la coalición formada hace dos años para defender la neutralidad de la red. Además recuerdan que ambas han firmado alianzas con telefónicas y cableoperadoras.