La subida de márgenes impide que los alimentos se abaraten
España mantiene un diferencial de 13 puntos con la zona euro.
En un escenario de fuertes bajadas de precios en todo el mundo, los ligados a la alimentación siguen creciendo. Y lo peor es que lo están haciendo con más rapidez en España, en especial en la partida de frutas y verduras. De este modo, el IPC correspondiente a la fruta ha crecido un 7,6% en octubre en España, mientras que en la zona euro lo ha hecho un 4,1% o en Alemania un 0,4%. Algo similar ocurre con la verdura, donde los precios subieron en octubre un 3,4%, casi el doble de lo que lo hicieron en la zona euro.
De este modo, un kilo de naranjas puede ser más caro en Madrid que en Berlín, algo difícil de comprender si se tiene en cuenta que España es uno de los mayores productores y exportadores de fruta y verdura de todo el mundo. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, achaca esa dispersión de precios a los diferentes márgenes que aplican las superficies en los productos que comercializan. Y esa diferencia es la que explica también porqué se encarecen los alimentos en España, en especial los más frescos, con más rapidez que en el resto de los vecinos de la zona euro. Los precios de la cesta básica han crecido un 42,1% en España entre 1997 y 2008 (el último dato es de octubre), mientras que en la zona euro lo han hecho un 29,1%, lo que representa una diferencia de trece puntos porcentuales. Mucho más acusada es la brecha en el caso de la fruta y de la verdura, que llega a 25 puntos en 11 años.
¿Por qué la fruta se encarece más rápido en España que en Alemania? Los márgenes del comercio minorista siguen creciendo a una velocidad mucho mayor que los de los mayoristas, lo que apunta a la posibilidad de que estén subiendo sus precios al consumidor en un escenario en el que los precios en origen están cayendo. Este movimiento explicaría que los márgenes que aplican los mayoristas en España, que compran a precios de origen, hayan caído en los últimos cuatro trimestres contabilizados (último de 2007 y tres primeros de 2008), mientras que el margen que aplican los minoristas, que venden al público, haya crecido en ese mismo periodo, según los últimos datos del Ministerio Industria.
José María Pozancos, secretario general de la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas, lo vincula a la escasa proliferación de superficies de gran descuento, como Lidl o Plus Supermercados, que aplican unos márgenes mucho más bajos que el resto de superficies. Ambas marcas apenas tienen un 4,3% de cuota de mercado, muy lejos de Carrefour (23%) o Mercadona (18,7%).
Las diferencias entre precios también se reproducen en España. Según los datos del primer observatorio de precios elaborado por Industria, en el que se comparan marcas de distribución, formatos comerciales y ciudades, entre el establecimiento más barato y el más caro puede llegar a haber una diferencia de precios de hasta el 61% en el caso de la fruta y la verdura.
Bruselas pide que se eliminen las barreras a la competencia
Las denuncias de organizaciones agrarias y asociaciones de consumidores sobre márgenes abusivos y fijación de precios de alimentos por parte de la distribución se acumulan en los despachos de la Comisión Nacional de Competencia. Y la Comisión Europea se ha puesto de su lado, puesto que hizo público la semana pasada un informe en el que proponía eliminar las normas que restrinjan la entrada de productos en los mercados y aquellas que limiten la competencia de los precios con el objetivo de combatir el encarecimiento de los alimentos.'El aumento de los precios de los alimentos ha supuesto cerca de un tercio de la inflación total registrada entre agosto de 2007 y julio de 2008, que ha afectado especialmente a los hogares con ingresos modestos', recordó el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, quien instó a eliminar las rigideces que impiden el buen funcionamiento del mercado en plena desaceleración.
Variaciones del 300% entre origen y destino
Desde la huerta hasta la mesa, los precios de verduras y hortalizas se encarecen una media de un 300%, según las organizaciones agrarias.Asociaciones de consumidores y agricultores han reclamado ante el Congreso la aprobación de una ley de márgenes comerciales, que regule el encarecimiento de precios.La diferencia más grande se produce en la mandarina. Un agricultor recibe 0,11 euros por kilo y un consumidor paga 1,83 euros, un 1.664% más.