'El cambio de modelo económico es irreversible'
El que fuera máximo mandatario chileno entre 2000 y 2006 ha ligado su carrera profesional al cambio climático. Participa en la cumbre del clima de Poznan (Polonia) como enviado especial de la ONU
Ricardo Lagos propone crear un impuesto sobre el petróleo para luchar contra el calentamiento global. Días después de renunciar oficialmente a la carrera presidencial en Chile prevista para 2009, 'nunca pensé en presentarme', Lagos charló por teléfono con CincoDías a propósito de la cumbre de Poznan (Polonia), donde 187 países intentan avanzar hacia un nuevo protocolo de Kioto.
La UE ha llegado a Poznan dividida sobre su ambicioso objetivo de reducir un 20% las emisiones contaminantes, ¿tiene esperanzas de que este porcentaje se mantenga?
Es muy importante el papel que ha desempeñado la UE. Lo que ocurre respecto al grupo de nueve países que plantean sus dificultades para poder cumplir normas que ellos mismos se han autoimpuesto será materia de negociación interna. El hecho de que se puedan dar, no digo excepciones, sino ciertos derechos a una mayor emisión, tendrá que ser compensado por otros países que están más avanzados. Lo que nosotros estamos viendo es una participación muy resuelta de Nicolas Sarkozy, quien seguramente quiera dejar esta parte concluida durante su presidencia de la UE.
'Se espera que la UE mantenga su objetivo de reducir las emisiones un 20%'
¿Mantendrá entonces la UE su objetivo?
æpermil;sa es la idea, se espera que el protocolo post Kioto en 2012 incluya una reducción de emisiones del 20% respecto a las de los años noventa.
¿Qué puede esperarse del Gobierno de EE UU en las negociaciones sobre el cambio climático?
Está claro que EE UU no puede imponer su punto de vista, pero también está claro que ninguna negociación puede ser exitosa sin la participación activa de este país. El presidente electo Obama ha avalado el paraguas de la ONU en las negociaciones sobre cambio climático, pese a la crisis económica internacional. El hecho de que plantee un enfoque positivo puede ser un incentivo de cara a una economía menos intensiva en carbono.
Algo de esto ya estaba implícito cuando se acordó, de los cuatro apartados de la negociación, avanzar en Poznan en financiación y en transferencia tecnológica (a los países en desarrollo), dejando la mitigación y la adaptación para después, de forma que estuviéramos en condiciones de conversar con la nueva administración de EE UU.
Una economía baja en carbono supone un cambio de modelo energético y requiere inversiones. ¿Sigue esta evolución vigente en un contexto de crisis?
Las inversiones se harán, porque las economías seguirán creciendo y necesitarán más energía. El tema es si esta inversión, que se calcula en ocho billones de dólares de aquí a 2030, se realizará con sistemas tradicionales o con energías renovables. Cuando las economías recuperen sus ritmos de crecimiento, no digo que el petróleo vaya a estar de nuevo a 140 dólares, pero sí a 70, 80. A ese precio buena parte de las energías renovables son rentables. Lo inteligente sería desde el punto de vista del sector privado apuntar a precios del crudo más altos que los actuales. De esa forma, las inversiones cambian totalmente. El cambio de modelo es irreversible.
¿Qué lecciones deja la crisis?
Más que una crisis, es una oportunidad. Será más o menos dura, pero se resolverá, y cuando esté resuelta, el cambio climático seguirá existiendo como el gran desafío que tenemos. Cuando se ven los volúmenes de esta crisis, llevamos movilizados varios billones de dólares. Más o menos el 1% del PIB mundial, unos 500.000 millones de dólares anuales, son las necesidades financieras totales para el cambio climático, una cifra bastante pequeña respecto a las cifras de la crisis.
¿Qué puede pedirse a los países en desarrollo?
Es imposible colocarlos al mismo nivel, pero sí se pueden alcanzar algunas metas. (Estos países aceptaron ayer por primera vez objetivos vinculantes de reducción de emisiones).
¿Es el calentamiento global una oportunidad para volver a la política?
¿Cuál es el mensaje de la crisis financiera? Volvamos a la política, es imposible que el mercado regule y resuelva todo, como dice nuestro amigo Greenspan. El mercado no puede ser el amo. En Poznan se trata de que los Gobiernos definan un conjunto de normas que dejen espacio a una economía baja en carbono y no basada en combustibles fósiles.