La cúpula de Morgan Stanley renuncia al 'bonus' y endurece la política salarial
John Mack no cobrará su bonus este año. Por segundo ejercicio consecutivo el consejero delegado de Morgan Stanley va a prescindir de esta compensación que supone la mayor parte de sus emolumentos. Mack se queda así con su salario base de 800.000 dólares anuales (616.000 euros).
Los copresidentes de la firma tampoco recibirán el bonus y otros ejecutivos verán su paga reducida entre un 75% y un 65% con respecto al año pasado.
Pero Morgan Stanley ha decidido ir más allá y está sentando las bases para una nueva política de compensación que representa un punto de ruptura con respecto a lo que se ha vivido en Wall Street. Según un documento interno firmado por Mack, a partir de 2009 se ligará la compensación con los resultados de largo plazo en toda la plantilla y se pondrá en marcha una herramienta que permitirá recuperar bonus ya concedidos si el empleado tiene una conducta que se considera perjudicial para la entidad.
En Merrill Lynch, el consejero delegado John Thain, también ha renunciado a cobrar los 10 millones de dólares que había propuesto como compensación.
El fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, que ha demandado una nueva política salarial a los bancos que hubieran recibido dinero público ha dicho que Mack ha dado un 'prudente e inteligente primer paso'.