Lukoil quiere pagar en siete años el préstamo de Sacyr por Repsol
La petrolera rusa Lukoil insiste en subrogarse al crédito con el que Sacyr compró el 20% de Repsol, pero pidió ayer siete años para pagarlo. El préstamo de 5.175 millones fue concedido con cinco años de periodo de amortización y vence en 2011. El requisito de un mayor plazo ha tensado las negociaciones. Tras la reunión celebrada ayer, los principales acreedores de Sacyr disienten en el riesgo que pueden asumir.
El que había sido presentado como encuentro decisivo entre los bancos y Lukoil para favorecer el desembarco de la petrolera rusa en el capital de Repsol, se saldó ayer con más dudas que acuerdos.
La reunión, celebrada en Londres, fue a tres bandas y las posturas terminaron lejos de un final feliz. Es más, continúan las disensiones entre los bancos en torno al volumen del crédito que se puede entregar a Lukoil en base a las garantías que presenta.
El grupo de cuatro entidades que sindicaron el crédito de Sacyr, formado por Calyon, Santander, Caja Madrid y Citi, llegaba a la capital británica con la idea de ofrecer un máximo de 4.100 millones, frente a los 5.175 millones que prestó a Sacyr a finales de 2006. Además, repetía una postura que viene defendiendo en todos los encuentros: exigir avales fácilmente liquidables.
Junto a ellos se sentó un representante de Criteria, holding de La Caixa que financiaría una porción del préstamo para que Lukoil compre parte del capital de Repsol en manos de la catalana.
Y enfrente de los cinco bancos estaban los representantes de la compañía rusa, defendiendo la validez de sus cuantiosas reservas de petróleo como aval. Pero Lukoil dio un nuevo giro a la trama en que se ha convertido su ofensiva en Repsol: quiere arrancar un plazo de siete años para amortizar el préstamo. Una condición que amplía notablemente las condiciones en que firmó Sacyr, que fue a cinco años, con 48 bancos en diciembre de 2006.
Fuentes cercanas al proceso revelan que ningún representante de la constructora, ni directivo ni miembro del consejo, estuvo presente: 'Se trataba de hablar de las condiciones de financiación y Sacyr no tiene nada que decir al respecto', argumentaron.
Lejos del acuerdo
Conocedores de cómo se está desarrollando la negociación afirman que está lo suficientemente verde como para no cerrarse en los próximos días. De hecho, la petrolera que preside Vagit Alekperov 'no tiene claro ni en qué medida, ni a qué precio, puede hacerse con una posición en Repsol'.
Ayer solicitó una estructura de financiación en la que se contemplara el citado vencimiento a siete años, con el pago del principal al final de la vida del crédito. De ese requisito dependerían los avales y, más importante, el precio por acción. Sacyr compró su 20% a un precio medio de 26,7 euros por título, los bancos recuperarían su dinero si se vende a 21,5 euros y la acción de Repsol cerró ayer en 14,9 euros.
Volviendo a los orígenes, la primera intención de Lukoil era alcanzar el 29,9% adquiriendo el 20% de Sacyr, el 6,1% de Repinvest (La Caixa y Caixa de Catalunya) y casi un 4% adicional de La Caixa. Pero las presiones en contra han llovido tanto desde el campo político, incluidos miembros del Gobierno, como desde el frente de accionistas minoritarios de Repsol. Los primeros están en contra del control ruso de una empresa estratégica para España, mientras los segundos piden una opa.
Al ruido originado por unos y otros se suma que las garantías de Lukoil no convencen a los bancos de Sacyr, a cuyo crédito trata de subrogarse la rusa. Por ello habrían rebajado de 5.175 a unos 4.100 millones su oferta de financiación. Ambas circunstancias han hecho que Lukoil recorte sus pretensiones desde un 29,9% hasta un 20% de Repsol. Y en ese caso Sacyr ya no podría colocar su paquete completo, sino aproximadamente el 10% del capital.
La constructora elude hacer cualquier comentario oficial, pero fuentes cercanas a la misma confirman que se está moviendo en busca de inversores entre fondos soberanos y entidades de capital riesgo por si no pudiera deshacerse del 20% de una tacada. Una tarea de captación que ha encargado a Citi.
Las mismas fuentes insisten en hacer ver que la mayor parte del consejo de la constructora es una piña. 'Sería fácil demostrar que el consejo avala la gestión de Luis del Rivero, basta con repasar las actas de las reuniones', citaban ayer en el entorno de un miembro de ese órgano de Sacyr.
Un viejo conocido de Sacyr asesora a la petrolera rusa
Años después de la fusión entre Sacyr y Vallehermoso, la constructora española vuelve a encontrarse con Allen Sangines-Krause, el tiburón del mundo de las finanzas que entonces asesoró a la inmobiliaria.Nacido en 1959 y licenciado en Economía por Harvard, esta figura de sobra conocida tanto en Suramérica como en Europa, es tenido como uno de los mayores expertos en el mercado ruso. Ahora ha vuelto a escena y fue quien presentó hace unos meses la opción de Lukoil a los bancos acreedores de Sacyr. Su papel fue clave y sigue siéndolo. De hecho, ayer estuvo en Londres sentado junto a un representante del departamento financiero del gigante ruso.Allen Sangines fue ejecutivo de Goldman Sachs entre 1993 y 2007, alcanzando el puesto de director gerente en Londres. Previamente había trabajado en el banco de inversión Inverlat, en México, y fue fundador de la sociedad de Bolsa Fidem. Actualmente, Sangines-Krause es presidente del fondo de inversiones inmobiliarias Rasaland y se sienta en el consejo de la firma sueca de inversiones Kinnevik.